"Ser mayor es ser grande", decía uno de los carteles promocionales de la Junta de Andalucía. Y así lo demostraron un año más las 1.250 personas congregadas ayer en la ciudad deportiva de Umbrete para celebrar la V Miniolimpiadas para Mayores. El objetivo: pasarlo bien.
Desde temprano, y a través de una espesa niebla, los autobuses acercaron a los mayores a la flamante ciudad deportiva Manuel Ruiz Vargas, que gestiona la empresa Suprasport. En total 50 equipos representando a otros tantos pueblos de la provincia de Sevilla.
Para comenzar, un desfile de los equipos en el interior del pabellón, al estilo de la gala inaugural de unos Juegos Olímpicos (JJOO). Luego, los discursos de las autoridades. Primero el alcalde de Umbrete, Joaquín Fernández Garro (PSOE), que aprovechó la ocasión para vender su población refiriéndose a ella como "capital del mosto", con una aceituna de mesa "incomparable" y un "importantísimo "centro histórico, artístico y monumental".
La directora general de Personas Mayores de la Consejería de Bienestar Social, María José Castro, habló de los participantes como "una parte importantísima de la sociedad de Andalucía que da ejemplo todos los días".
En la misma línea se expresó el presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos: "Nos estáis dando hoy una lección de vida, de fortaleza y de esperanza y por ello, os merecéis esto y mucho más".
Tras los oficialismos, llegó el momento de la diversión. Había equipos prudentes y otros más lanzados con pancartas y cánticos de guerra como el de El Cerro del Águila que entonaba a coro y sin cortarse: "El Cerro, El Cerro, El Cerro es cojonudo, como El Cerro no hay ninguno".
Una vez más, una de las competiciones más vistosas fue la del rocódromo, donde los mayores escalaron una pared de unos cuatro metros y luego descendieron en tirolina. Para Carmen Fernández, del municipio de Herrera, era la primera vez: "Yo creía que no iba a ser capaz porque tengo un brazo malo, pero me he sorprendido a mí misma". Igual de emocionada se mostró Mercedes Díaz, de Osuna, cuyo equipo se proclamó campeón en la categoría de baloncesto. "Esto es estupendo porque no da mucha energía y mucha vida... Yo llevo 4 años participando", aseguró.
Pero no todos competían. En la organización trabajaron 52 técnicos de Suprasport, además de voluntarios de la escuela taller de hípica para discapacitados de Umbrete, que lo pasaron en grande, según su monitora, Susana Torno.
Finalmente, en el global se proclamó vencedor el equipo del centro de día de Ciudad Jardín, de la capital hispalense, seguido en segundo lugar por Triana, también de Sevilla, y en tercero, por Utrera, pero eso no importa tanto, ¿o sí?
