El actor catalán Sergi López acudió ayer a la presentación de Partir, una de las 15 películas que compiten en la Sección Oficial del Festival de Cine de Sevilla. Dirigida y escrita por la francesa Catherine Corsini, es una cinta "muy simple, que presenta algo tan clásico como un triángulo amoroso, una historia de amor y pasión sin retorno, destinada al drama, pero que engancha", comentó el actor.
Sergi interpreta a Iván, un albañil de origen español recién salido de la cárcel que "pertenece al mundo de los perdedores", pero es al mismo tiempo muy generoso, un trozo de pan que en ningún momento abandona a Suzanne (interpretada por Kristin Scott Thomas).
Ella es la mujer de un acomodado médico que, a sus cuarenta y tantos, se cuestiona el sentido de su existencia y acaba encontrando en Iván la oportunidad de recuperar las riendas de su vida.
Ambos protagonistas vivirán una historia de amor desenfrenada y violenta, con numerosas escenas sexuales. "No me gusta exhibir mi cuerpo, ni estoy orgulloso de él, pero cuando leo un guión me olvido de que soy yo para convertirme por completo en el personaje", confesó el catalán.
Desde que irrumpiera por primera vez en el cine con La petite amie d'Antoni, de Manuel Poirier, el actor español no ha dejado de trabajar, principalmente en películas de origen francés.
"En Francia el séptimo arte es considerado como algo importante, sin embargo aquí existe la tendencia de asociar el cine español con basura", declaró Sergi López. "No es cuestión de talento, pues hay gente que sabe rodar, escribir... Lo que falta es estructura, y no sólo en el ámbito cinematográfico".
El actor afirmó que no existe una única fórmula para hacer cine, por lo que "no podemos decir que el cine europeo o el cine norteamericano sea mejor o peor". Sin embargo comentó que "Europa goza de una riqueza increíble, gracias a la multitud de países y de culturas que la conforman", lo cual enriquece también a la industria.
