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Sergio García, el peligro de ser el 'crack'

El Betis lleva tres jornadas sin ganar y Sergio García lleva cuatro casi sin aparecer. ¿Existirá alguna relación? La lógica permite pensar que sí.

el 13 oct 2009 / 20:43 h.

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Sergio García, un jugador imprescindible.
La importancia de Sergio García en el Betis es capital, pero el delantero parece otro de un tiempo a esta parte. En concreto, desde que se le salió el hombro en Albacete. El pichichi del equipo, porque aún lo es, acumula cuatro jornadas sin marcar y su drástico bajón de rendimiento ha coincidido con la desaceleración del Betis en general. Es tan fácil pensar que existe una vinculación entre un acontecimiento y otro que para qué negarlo.

En las tres primeras jornadas, Sergio García fue el líder que buscaban los béticos, aún desmoralizados e inquietos por lo que pudiera pasar en Segunda. Nada mejor que un gol frente al Córdoba, otro ante el Hércules y un doblete contra el Recreativo para dejar en el olvido su postrero intento de que Manuel Ruiz de Lopera escuchase una última oferta del Espanyol. Los cuatro tantos convirtieron al menudo internacional en un motivo para la esperanza y también en el máximo goleador de la categoría.

Sucedió entonces que el Betis se marchó a Albacete para cuajar allí su actuación más convincente del curso. Sergio García ya no jugó tan bien, pero aun así aportó una asistencia a Pavone en el 0-2. Lo malo es que en la segunda parte, en un lance fortuito que incluso pasó desapercibido en primera instancia, se le salió el hombro. La lesión no fue a más gracias a los cuidados intensivos del cuerpo técnico y el atacante, de hecho, no se ha perdido ningún encuentro, pero desde entonces ha desaparecido de los partidos. El del Real Unión fue el peor de todos ellos, como prueba su sustitución apenas superada la hora de juego.

Contando el encuentro del Carlos Belmonte, ya son cuatro las jornadas que han transcurrido sin que Sergio García vea puerta. La racha, con ser inquietante, no es sin embargo la peor que se le recuerda al barcelonés, que la pasada campaña tuvo un récord de siete partidos consecutivos sin marcar, entre las jornadas 12ª y 18ª. Lo preocupante de verdad es que el ostracismo futbolístico de Sergio ha provocado el oscurecimiento individual del otro puntal ofensivo del equipo, Pavone, y el apagón general del equipo, incapaz desde entonces de batir al Cartagena, al Rayo o al Real Unión. Recuerda este trance a lo que sucedió en el tramo final de la pasada campaña: el jugador estuvo un mes lesionado justo después de establecer su mejor registro goleador como profesional y, a su vuelta, el Betis había pasado de estar medio salvado a tener un pie en Segunda.

TAPIA LO QUITÓ CINCO VECES. Hay otro dato acerca de Sergio García que debería desmitificar su sustitución del pasado domingo. Es de los pocos con derecho a pensar que es titular indiscutible, eso no lo rebate ni dios, y de hecho es uno de los cuatro que han formado parte del once en las siete jornadas celebradas (los otros son Goitia, Fernando Vega y Juande), pero también es el futbolista que más veces ha sido sustituido. En concreto ha salido del campo antes del final en cinco de los siete encuentros. Eso sí, frente al Córdoba (m. 85, con 3-0) y el Recreativo (m. 80, con 2-0) fue cambiado con los choques ya decididos. En Albacete (m. 65, 1-2) se fue por lesión y sólo sus sustituciones ante el Cartagena (m. 78, 0-0) y el Real Unión (m. 61, aún con 1-0) obedecieron a su pobre rendimiento.

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