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Sergio García no hay más que uno y está en el Betis

La calidad de Sergio García la tienen muy pocos jugadores en Segunda división, de ahí la gran ventaja del Betis de tenerlo en sus filas.

el 16 sep 2009 / 08:41 h.

La calidad de Sergio García la tienen muy pocos jugadores en Segunda división, de ahí la gran ventaja del Betis de tenerlo en sus filas. Ayer bastaron un par de acciones suyas para dejar el choque resuelto ante un Recre que también aspira a subir, aunque cuenta con un potencial muy inferior al de los verdiblancos.

La afición bética, que es sabia, cantaba en el primer partido de Liga '¡Sergio quédate, Sergio quédate!', sabedora de que gran parte de las opciones de ascenso pasaban por la permanencia en su equipo del delantero catalán, que aún tenía un par de días para presentarse en la calle Jabugo con una suculenta oferta y darse el piro. Por fortuna para los béticos, la oferta que le llegó a Sergio a última hora no era nada suculenta, así que ni hubo opción de que se planteara su salida pese a los desesperados intentos de su representante, el ex bético Mágico Díaz, al que Lopera ni recibió.

Mejor así, porque en esta categoría Sergio García marca él solo las diferencias. Apenas van tres jornadas de Liga y ya ha quedado muy claro. Ayer fue una pesadilla para la zaga recreativista desde el pitido inicial. Tapia lo alineó en punta, junto a Pavone, pues varió el habitual 4-2-3-1 por un 4-4-2 que solía verse poco por Heliópolis, ya que en Primera eran otros los rivales que había enfrente. Con la pareja de delanteros arriba, el técnico bético situó en las bandas a Juanma y Nacho -Odonkor fue el sacrificado- y reforzó la zona central con dos pivotes de talante defensivo como Juande e Iriney. No pararon ahí las novedades, pues en el eje de la zaga Melli dejó su puesto a Arzu, auténtico catalizador del juego desde atrás.

estragos. Muy poco tardó Sergio García en empezar a causar estragos entre la zaga recrativista. Al minuto de juego ya había puesto un balón de gol a Pavone y a los dos sirvió otro a Juanma. Y apenas se habían cumplido los diez cuando se internó en el área y provocó un clamoroso penalti de Mora que él mismo materializó en el 1-0, su tercer gol en tres partidos.

El coleta estaba en todas. Era el encargado de botar todos los saques de esquina y jugadas de estrategia, y era el objetivo que buscaba el meta Goitia en todos los saques de puerta para montar mortíferos contragolpes. En uno de ellos se desembarazó de seis rivales con un prodigioso pase de banda a banda y dejó sólo a Damiá para que anotara el 2-0. Su remate se fue desviado, así que tuvo que ser el propio Sergio quien sentenciara el partido con el segundo gol, marcado a puerta vacía desde más de 30 metros después de una salida a la desesperada del meta Bernardo.

Con el 2-0 el choque quedó visto para sentencia, a pesar de las intentonas recreativistas de la segunda parte, en la que tuvieron más el balón pero sin saber nunca qué hacer con él. Mejoró el Betis en defensa -falta le hacía- y con la entrada de Odonkor, Emana y Caffa se animó el partido en su tramo final, después de la estruendosa ovación con la que fue despedido Sergio, todo lo contrario que Emana, recibido con pitos por sus descarados deseos de marcharse. El camerunés dio la cara, como la da siempre Pavone, que aún tuvo tiempo de dar su quinta asistencia de gol.

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