Sergio Sánchez, defensa del Sevilla, vive unas horas decisivas en su vida. Tras someterse a una prueba definitiva, una ecocardiografía transesofágica, espera el dictamen de hasta cinco especialistas, entre los que se encuentran el doctor Siever –el que le operó–, el doctor Evangelista y el doctor López Haldón, que deben analizar el resultado de estas pruebas. Posiblemente se le realizará una prueba más, un tac multicorte, según desveló ayer el doctor Juan Ribas, jefe de los servicios médicos del Sevilla, pero los médicos encargados de sopesar las posibilidades de que el catalán vuelva a jugar al fútbol ya tienen elementos de juicio.
Esta coyuntura se la toma el futbolista con bastante calma y con optimismo. “El miércoles tuve la prueba decisiva y tengo sensaciones positivas. Los resultados son muy buenos”, explicó el ex jugador del Espanyol.
“Queda poco tiempo ya para saber el final. Si Dios quiere viviré una Navidad muy distinta a la del año pasado. Quiero celebrarlo con mis padres, con la familia, con mi novia... un triunfo que es de todos, del Sevilla y mío, sabiendo que este esfuerzo tiene la recompensa de volver a pisar el Sánchez-Pizjuán, ganar un título que es volver a jugar al fútbol”, añadió Sergio Sánchez en los medios oficiales del club.
Ahora que parece estar cerca el final del túnel, el defensor reconoció haber vivido “momentos duros, de necesitar un apoyo, de no saber por dónde salir”. “Sin embargo, quiero potenciar el lado positivo, los buenos momentos que me han hecho pasar ellos. Me han hecho sentir feliz ante una adversidad tan grande como dejar el fútbol. Cuando salí del quirófano tenía el presentimiento de que lo que quedaba era quemar etapas hasta el día de la firma. Ayer, tengo que reconocerlo, sentía el nerviosismo de decir que era la última. Si sale bien tengo el volver en mi mano y lo veía cerca cuando terminé la prueba. Fue duro e intrigante, una mezcla. Cuando desperté y vi al doctor sonreír me emocioné. Ha sido el reto de muchos el intentar curar esta enfermedad”, apuntó.
Un mes al cien por cien. El futbolista del Sevilla, además, recordó que en las últimas semanas ha subido su ritmo de trabajo y que se encuentra perfectamente por el momento.
“Hace un mes que trabajo al cien por cien en los entrenamientos, al mismo ritmo que los demás compañeros. No me siento diferente desde la operación y mi capacidad de resistencia ha mejorado. Tengo nervios pero los sé controlar, ya que he esperado durante un año este momento. Ahora soy uno más para todo el mundo. Para mí y para el resto de la plantilla, la operación queda ya en el olvido”, señaló.
