Se define como una ciudadana "independiente", que se ha mantenido inquebrantable pese a las propuestas políticas recibidas de ambos bandos. Concepción Rivas, Conchita para todos, es el alma de Bermejales 2000, la asociación vecinal que lucha por mejorar la imagen de este barrio al que llegó el primer autobús de línea gracias a al tesón de la entidad.
-Tras años de reivindicaciones y protestas, este verano se ha presentado al fin el centro cívico de Los Bermejales, ¿contenta con el proyecto?
-Por supuesto, enormemente satisfecha y contentísima, pues es una reivindicación muy antigua que se remonta a octubre de 1997. Para mí es un gran logro, pues va a beneficiar mucho a todos los vecinos, con la biblioteca, los talleres... y todo lo que se necesita en un barrio para conseguir una buena convivencia.
-Incluso hay fecha para el inicio de los trabajos...
-Parece ser que sí, porque de hecho está cofinanciado con la Unión Europea, y se prevé que la obra comience en octubre.
-Es una buena noticia con la que está cayendo con la crisis y los ajustes presupuestarios...
-Buenísima, pero confiamos en que esos fondos europeos no se destinen a otros sitios. Porque en los tiempos que estamos y después de todo lo que ha ocurrido, una desconfía de todo. Esperemos que sea una realidad y lo celebremos en octubre, porque va a generar puestos de trabajo eventuales (en la construcción) y luego fijos.
-De sus palabras se desprende cierta cautela...
-Es que con la crisis quién no va a dudar. Tengo la confianza de que lo que dependa del Ayuntamiento se hará porque no creo que el alcalde haya venido a presentarlo para luego no hacerlo. Eso sí, siempre hay que ser cautos.
-¿Qué le ha prometido Zoido?
-La promesa de que el barrio funcione, que tenga los servicios que viene reivindicando desde octubre de 1997. Estoy satisfecha porque el centro de servicios sociales va a funcionar en breve. Será un punto de apoyo importante para las familias más necesitadas. También está en pie la promesa y creo que se verá realizada este otoño de que los areneros de las zonas infantiles de los parques se sustituyan por caucho. Es muy necesario porque es un foco de infección.
-Con este Gobierno municipal, ¿se nota más limpieza en las calles?
-En Los Bermejales sinceramente sí. Lo que pasa es que haría falta una mayor concienciación cívica de los ciudadanos para no dejar en la calle los excrementos de los perros. Pienso que con medidas sancionadoras pudieran corregirse, porque hay veces que no se puede transitar por las aceras. Lo mismo del uso de contenedores y papeleras, eso es falta de concienciación cívica. Es cuestión de todos. Creo que los barrios son nuestro segundo hogar, y los vecinos tenemos que cuidarlos.
-¿Satisfecha con el anteproyecto final de la Línea 3 del Metro? El barrio proponía dos paradas y la línea soterrada...
-Por supuesto, siempre que vaya soterrada. Además es bueno dos paradas: una al principio y otra al final del barrio, de lo contrario habría que desplazarse.
-La crisis ha frenado la Línea 3, ¿qué supondría para Los Bermejales que se eternizara?
-Si no se hace pronto y el barrio que sigue aumentando su censo poblacional, tendrían que reforzar el número de autobuses de Tussam. De hecho, vamos a proponer que la línea 34 haga también la ruta a la inversa por el barrio porque la zona de Bermejales Sur ha crecido muchísimo.
-¿Cuál es el estado actual de los parques y zonas verdes del barrio?
-Regular porque como no tienen vigilancia, no se hace el uso que debería. Hace falta también la repoblación forestal de muchas zonas, y luego en el parque periurbano, por ejemplo, no hay servicios. Hay mucho vandalismo, rompen vallas, fuentes... como en el parque del Paseo de Europa. Precisamente por la falta de vigilancia hay muchos vecinos desaprensivos que dejan a los perros donde mismo están los niños, y un parque infantil no es eso.
-¿Han mejorado las tareas de mantenimiento y seguridad como demandaba el barrio?
-La seguridad no se nota. Tendría que volver ya la Policía de barrio, sería totalmente necesario. No lo digo yo, sino la inmensa mayoría de representantes vecinales. Estoy convencida de que la presencia policial intimida. Hacía una función muy buena, pues tomaba nota de lo que estaba en mal estado y daba parte a la asociación. Es una forma buenísima de que el barrio funcione mejor.
-¿Cuál es el principal problema del barrio?
-Que no tenemos instituto de Secundaria, y es totalmente necesario. Los niños van creciendo y al terminar la Primaria tienen que salir del barrio. Se ha hecho un segundo colegio de Primaria en vez del instituto, que urge más. No se consultó y es imprescindible consultar a los representantes vecinales. Nuestros políticos se olvidan que son servidores públicos, son nuestros empleados que cobran de nuestros impuestos, y a los que debemos de exigirles.
-¿Por qué cree que cuesta tanto conseguir las cosas en Los Bermejales?
-Porque anteriormente se han empeñado en hacer lo que el barrio no necesitaba y nos hemos visto envueltos en muchas luchas.
-El problema de la mezquita fue el más sonado, a toro pasado, ¿cómo califica la respuesta del barrio a su construcción?
-El barrio estaba totalmente opuesto. Nunca se manifestó una repulsa a la comunidad musulmana. Aquí no había demanda para hacer una mezquita, y no se podía vulnerar la legislación urbanística y privar al barrio de servicios básicos, que fue lo que intentaron. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) nos dio la razón. Esta lucha vecinal fue sonada internacionalmente.
-La oposición a la mezquita derivó en interpretaciones racistas y xenófobas...
-No hemos recibido ninguna crítica por parte de la comunidad musulmana de España. Eran los mismos políticos, que se habían saltado las leyes a la torera sin escuchar a los vecinos. La sentencia del TSJA decía muy claro que hay que escuchar a los vecinos y que estos tenían derechos a decidir lo que quieren en sus barrios. Espero que en lo sucesivo sigan la misma tónica, pues me da lo mismo que sean de un color o de otro. Actúo altruistamente. Nunca ha permanecido en mí ni intereses políticos ni económicos.
-Con este historial, parece que en Los Bermejales proyectaban lo que nadie quería...
-No sé si entonces podía pensarse en ello, pero lo cierto es que muchos proyectos, como la construcción de la citada mezquita, luego han sido rechazados en otros sitios de Sevilla
