Gregorio Serrano, con la periodista Elizabeth Ortega, el director general de riesgos y consultoría del Gruopo Morera&Vallejo, Juan Luis Pozo y el gerente de El Correo, Raúl Amián, en el plató de La Lupa. / Pepo Herrera
Al Ayuntamiento no le temblará el pulso para atajar el fenómeno, cada vez más incipiente, de las sillas plegables en la Semana Santa. «Ya se han pedido los informes a los cuerpos policiales y al Cecop para tomar medidas», aseguró ayer el delegado de Empleo,Economía, Turismo y Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, que fue el invitado ayer al programa La Lupa de El Correo TV, conducido por la periodista Elizabeth Ortega. Serrano aclaró que el fenómeno no es nuevo, aunque se ha notado más debido a que la Semana Santa no ha sido interrumpida por la lluvia. A su vez, matizó que, en un primer balance, no ha generado situaciones de emergencia, aunque no oculta que «es un problema en la ciudad que hay que buscarle una solución».
Desde su cargo en Fiestas Mayores, no eludió los pocos peros que se han podido objetar a «una Semana Santa plena». Así, al ser cuestionado por la rigidez en los horarios a las hermandades impuestos desde el Consejo de Cofradías, no dudó en admitir que se han cometido «exceso» en el minutaje por carrera oficial. «Tan malo es el exceso de celo como el descoque, con perdón de la expresión», afirmó Serrano, que no obstante alabó la capacidad de organizar el paso de un volumen de cofradías y nazarenos que no soporta ninguna capital española y que, indicó, es admirada por el de fuera.
Serrano, que se confesó «cofrade berjarano» por el pregón de la Semana Santa pronunciado por Francisco Berjano, está convencido de que Sevilla está más que preparada para que una mujer anuncie la Semana Santa. «Debatir sobre eso ya es una anticualla», manifestó, mostrandose proclive a esa posibilidad. Entre vivencias y confesiones personales, entre las que se encuentra que su año nuevo arranca cuando sale en la hermandad del Calvario, aprovechó para alargar ese estado de euforia en el que se encuentra la ciudad con los datos de la Semana Santa, con un impacto económico de 240 millones de euros, una ocupación hotelera que llegó al lleno y un aumento del 30% en hostelería. «Gracias a la buena climatología se ha llegado a los niveles de 2009, de antes de la crisis», señaló, con un repaso en el que también incluyó la llegada de productoras extranjeras a la ciudad, que se han gestionado a través de la Sevilla Film Office y que han servido como escaparate de la ciudad. No en vano, valoró el potencial económico de unas fiestas «que representan el 12% del PIB de la ciudad» y que tendrá incidencia puntual en los datos del paro correspondientes al mes de abril.
En su labor institucional, ensalzó el papel del Arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, que «se ha sabido adaptar» a la «realidad compleja de Sevilla» y sus más de 70 hermandades, ejerciendo «una magnifica labor pastoral». Así, al preguntarle por las comparaciones con el cardenal Carlos Amigo Vallejo, que se ganó el corazón de los sevillanos, Serrano aclaró que estuvo 22 años al frente del Arzobispado y que «tampoco estaba familiarizado con este mundo cuando llegó». En su repaso, reivindicó a la Banda Municipal de Sevilla, por la labor realizada durante todo el año. También tuvo palabras de elogio al trabajo realizado por El Correo TV, sobre todo por la dificultad de llevar a los hogares 20 salidas de cofradías y por «la labor social de llevar la Semana Santa a personas enfermas o con problemas de movilidad».
Pero, además de analizar las fiestas que se van, también echó un primer vistazo a la Feria, aquella que arranca, como dijo, «el 36 de abril».Así, recordó que no es la primera vez que se decide que esta fiesta se celebre íntegramente en mayo ha habido cuatro ocasiones anteriores, a la vez que argumentó que la decisión responde «a criterios puramente económicos» y por petición expresa de «hoteleros y hosteleros, que así disponen de tres excusas para visitar Sevilla: Semana Santa, el Puente del 1 de Mayo y la Feria».
