Los cuadrúpedos (canes y felinos), como los homo sapiens, son seres a los que resulta muy fácil tentar. No saben leer y no nos los imaginamos de rebajas con sus dueños... aunque puede que sólo sea cuestión de tiempo. De momento ya han sido captados por el lobby verde, la etiqueta ecológica que tanto furor causa en medio de noticias de polución, contaminación y mal vivir.
Nada que ver con pijoterías de yorkshire de alta cuna y chalet en Marbella. Es más que probable que unas gotitas de tintura de gordolobo curen antes la fiebre y el mal cuerpo de Toby que una pastillita blanca cobrada a precio de aspirina extra fuerte con sabor a canela salvaje. "Cuando hay dolor y enfermedad es porque existe un desequilibrio entre el ying y el yang; si no existe un equilibrio entre los dos sobreviene la muerte, con la acupuntura podemos arreglar la situación llegando al fondo del problema", explica Mariana Medrano, veterinaria que lleva casi una década aplicando este tipo de tratamiento a los caballos.
Hace menos tiempo -cinco meses-, el veterinario Álvaro Millán, disfrazado de Indiana Jones, emprendió una aventura épica y con sabor a clorofila: abrir Vetenatura una clínica en Sevilla especializada en tratamientos naturales a pocos pasos de Metropol Parasol. Licenciado en la Universidad de Córdoba, no llegó a este universo por casualidad, tampoco buscando una cuota de mercado poco explorada: "La perra de mi hermana llevaba años padeciendo alergias de todo tipo y ningún tratamiento convencional le dio solución hasta que comenzaron a aplicarle productos naturales", argumenta.
Por fortuna, la etiqueta ‘verde' en lo que respecta a los animales de compañía no se queda únicamente en la existencia de latas de comida basadas en repollo con trigo kamut, calabaza y boniato. "Intentamos aplicar siempre la homeopatía, la fitoterapia y la acupuntura. Todo son ventajas", asegura Álvaro Millán. Y lo hace después de haber trabajado durante diez años con los medicamentos clásicos. "Por ahora la experiencia está siendo positiva y quien se acerca por aquí confía plenamente en nosotros", dice. Aunque lo realmente paradójico es que estos "tratamientos que pueden parecer muy novedosos son, en realidad, los más antiguos del mundo".
Dependiendo del caso, a Toby se le abre un amplio abanico de posibilidades: hierbas encapsuladas, tintura madre (gotas) y acupuntura, "esta última técnica es la que más llama la atención a algunas personas". En todo caso, por probar no se pierde demasiado. Ninguna de estas prácticas son para perros que pasan sus tardes entre el diván del psicoanalista y la piscina climatizada. "Queremos que todo el mundo pueda acceder a estas terapias, por eso tienen un precio económico, lo último que quisiera es convertir Vetenatura en un centro elitista", afirma Álvaro dejando muy claras las intenciones que animan su negocio.
La acupuntura en animales es apropiada, cuentan, para el tratamiento de patologías como hernia discal, alergias e inflamaciones. "También se emplea como analgésico y reduce el dolor en cirugías". Como medicina preventiva, sus creyentes aseguran que no tiene parangón. Y encima algunos canes se quedan plácidamente dormidos cuando les clavan con primor las agujitas.