14.000 jóvenes se reunieron el viernes en una de las botellonas más numerosas celebradas en el Charco de la Pava. El resultado fueron 10 toneladas de basura acumulada en la zona y numerosos actos vandálicos que tuvieron en las estaciones del servicio de bicicleta pública su principal objetivo. Fueron dañadas estaciones y destrozadas varias bicicletas.
La afluencia de jóvenes al Charco de la Pava obligó a realizar cortes de tráfico y a desplegar un dispositivo de seguridad específico. Pese a esto, la ciudad se resintió de la macrobotellona convocada a través de la red social Tuenti. Cuando los servicios de limpieza llegaron a la zona se recogieron más de diez toneladas de basura, según informaron a Efe fuentes municipales. Aunque desde el Ayuntamiento aseguraron que no se produjeron "problemas aparentes ni broncas", la concentración se prolongó hasta altas horas de la madrugada y fueron muchos los que luego se desplazaron a otros puntos de la ciudad.
Uno de los medios de transporte más empleados fueron las bicicletas públicas. Los últimos estudios realizados por la Oficina municipal de la bicicleta revelaban que este medio es cada más vez más habitual entre los jóvenes en las noches de los fines de semana. El viernes volvió a ocurrir, aunque en este caso se causaron importantes desperfectos en la red de Sevici.
La Delegación de Infraestructuras para la Sostenibilidad, dirigida por Antonio Rodrigo Torrijos, denunció los numerosos actos de vandalismo que se produjeron tras la macrobotellona, cuyo importe aún debe ser determinado. Según informó este área a través de un comunicado, varias estaciones próximas al Charco de la Pava aparecieron con bornetas arrancadas y la bici aún pegada a ellas, lo que refleja un intento de sustraer el vehículo por la fuerza. También se detectaron varios usos indebidos de las bicicletas. La Policía Local llegó a advertir la utilización por más de cinco personas de la misma bicicleta.
La Delegación de Infraestructuras para la Sostenibilidad realizó un llamamiento al "uso adecuado" de este medio de transporte, "un bien público que debe ser tratado de manera cuidadosa para que pueda servir al mayor número de ciudadanos".
Aunque en los últimos meses se ha detectado un descenso de los destrozos, el vandalismo es uno de los principales problemas a los que se enfrenta el servicio de bicicletas públicas -el coste de estos desperfectos es uno de los motivos de la subida de las tarifas-. Así lo revelan los datos difundidos a finales de 2008: hay tres intentos de robo al día y la mayor parte de las bicicletas ha sufrido al menos un robo, aunque luego el 80% se logra recuperar.
