Local

Sevilla abucheó a Del Valle

Santiago del Valle volvió a pisar los juzgados de Sevilla. Paradojas de la vida, un día después de que se conociera la sanción al juez Rafael Tirado, el presunto asesino de Mari Luz era juzgado -dos plantas más abajo a la del despacho del magistrado- por haber tomado ilegalmente el fluido eléctrico de una farola pública.

el 15 sep 2009 / 11:38 h.

TAGS:

Santiago del Valle volvió a pisar los juzgados de Sevilla. Paradojas de la vida, un día después de que se conociera la sanción al juez Rafael Tirado, el presunto asesino de Mari Luz era juzgado -dos plantas más abajo a la del despacho del magistrado- por haber tomado ilegalmente el fluido eléctrico de una farola pública cuando habitaba en una chabola en la Ronda del Tamarguillo, en 2007. Fue recibido entre gritos de "asesino" y "perro" por las personas que estaban en los alrededores de los juzgados y tuvo que ser protegido por un fuerte cordón de seguridad.

Su juicio, en el Juzgado de Instrucción número 2, estaba fijado para las 10.45 horas. Sin embargo, se celebró antes, debido a la tensión que se generó, tanto en la calle como en los pasillos de las instalaciones del Prado. Además, nada más terminar la vista fue conducido hasta los calabozos del Juzgado de Guardia, donde entró rodeado por agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. En los escasos metros que separan la puerta de los juzgados del Juzgado de Guardia de detenidos, Del Valle fue increpado por las personas que en ese momento estaban allí con insultos y gritos de "asesino" y "perro". Nadie esperaba que el presunto responsable de la muerte de Mari Luz apareciera por los juzgados. De hecho, algunas televisiones, que precisamente estaban entrando en directo, se encontraron con la noticia, justo cuando una redactora ofrecía una crónica sobre las últimas novedades de la sanción a Tirado.

Más sorprendida aún se quedaron las personas que esperaban en la puerta de la sala para entrar a juicio cuando vieron a Del Valle. Los gritos y la indignación no se hicieron esperar, más aún cuando el hermano del presunto asesino apareció por los pasillos apoyándole. De vuelta a los calabozos, ya se había corrido la voz de que estaba por allí y eran muchos los que le esperaban para soltar la rabia que ha generado la muerte de la pequeña. "Te tenías que pudrir en la cárcel", le decía una mujer casi fuera de sí. Fuentes judiciales incluso aseguran que los presos que esperaban en el calabozo le insultaron a su llegada. Minutos después salía, bajo fuertes medidas de seguridad, de los calabozos de vuelta a la prisión.

El juicio, de poco más de diez minutos y que en otras circunstancias no hubiera tenido ninguna repercusión, se dirigía contra Santiago del Valle y su esposa Isabel García por una "falta de defraudaciones" del fluido eléctrico. El matrimonio fue condenado a 270 euros de multa por la misma, después de reconocer que lo hicieron por "necesidad". Eso sí, Del Valle, al que no le hizo falta abogado, se defendió ante el juez con actitud casi desafiante, oponiéndose a la pena.

Del Valle y su mujer estuvieron viviendo durante meses en una chabola en la Ronda del Tamarguillo, apareciendo varias veces en los medios para pedir una vivienda digna. Entonces explicó que le habían retirado a sus hijas, obviando el detalle de que había abusado de una de ellas.

  • 1