Uno de los efectos más evidentes fruto del pinchazo de la burbuja inmobiliaria se está dejando notar en las promociones de vivienda nueva, cuyo ritmo de venta dista bastante del registrado hasta la mitad de 2007, cuando, de golpe, el sector frenó en seco. Y desde entonces han comenzado a acumularse inmuebles ya construidos a los que las promotoras no consiguen dar salida, entre otras cuestiones, porque los posibles compradores confían en una progresiva reducción de los precios y no se lanzan a comprar, les obstaculiza las restricciones en la financiación y, cómo no, por el sobreexceso de oferta si se observa el frenético ritmo de construcción residencial de los últimos años.
Esta circunstancia se traduce en el caso de la provincia de Sevilla en que, a fecha del pasado 30 de junio, se contabilizaban un total de 16.519 viviendas nuevas sin vender, según los datos facilitados ayer por el Ministerio de Vivienda y que, en el conjunto de Andalucía, superan las 100.000 (en concreto, 102.404).
Sevilla concentra, pues, algo más del 16% del total regional, un ránking que lidera la provincia malagueña con 25.019 inmuebles acumulados y a la que le sigue Almería que, con 16.759 viviendas nuevas en stock, se sitúa por delante de Sevilla y pone de relieve el boom registrado, con especial énfasis, en el litoral. Granada (con 14.355), Cádiz (12.498), Huelva (7.137), Córdoba (6.145) y Jaén, que hasta el primer semestre del año contaba con 3.972 viviendas nuevas sin vender, cierran el listado. Y en el conjunto de España la cifra ascendió hasta superar el medio millón (502.983).
Pero volviendo al caso de Sevilla, esas algo más de 16.500 viviendas ¿son muchas o pocas? No es posible establecer la evolución experimentada en los últimos meses al no estar disponibles esos datos, según señalaron desde el departamento de Beatriz Corredor. Pero sí que es posible hacerse una idea de lo que puede suponer equiparando el número de viviendas nuevas terminadas en 2007 con las que, seis meses después, aún estaban a la venta.
En la provincia se concluyeron el año pasado un total de 21.905 viviendas nuevas (según los datos recopilados en el reciente informe La Sevilla Socioeconómica de 2007), de modo que, haciendo un paralelismo con los datos de Vivienda, éstos arrojan que tres de cada cuatro pisos de reciente construcción (el 75,4%) no fueron absorbidos por el mercado. Hay que aclarar, no obstante, que esto no significa que exactamente los inmuebles construidos a lo largo de 2007 sean los mismos que aún quedan por vender.
A esta estadística, hay que sumar, además, aquellas viviendas que se iniciaron el año pasado, cuya cifra se elevó hasta 19.517, que representan un retroceso del 32% frente al número que comenzó a construirse en 2006, muestra de la ralentización sufrida por el sector del ladrillo y acentuada desde los últimos meses del año pasado.
No obstante, tal y como señala el informa encargado por la CES y la Cámara de Comercio, el mayor ajuste se produce en las viviendas visadas (aquéllas en proyecto para iniciar su construcción), en las que constatan un importante desplome.
