Si algún adivino hubiera pronosticado a mediados de agosto que la Liga que entonces empezaba depararía un derbi en la antepenúltima jornada con sólo tres puntos de distancia entre el Sevilla y el Betis, pocos le habrían creído. Los sevillistas no habrían querido y a los béticos les habría costado. Pero así es. Hoy se disputa el derbi oficial número 114 de la historia del fútbol en la ciudad y a falta de tres partidos para el final son precisamente esos los puntos que separan al Sevilla de Míchel del Betis de Pepe Mel. Tres puntos que representan muchas cosas. Una: que la temporada sevillista está muy por debajo de lo que se le presuponía a la plantilla construida por José María del Nido y Monchi, aunque aún tiene margen para arreglarlo con una clasificación europea. Y dos: que la campaña verdiblanca, ahora sí, es digna de ser honrada con un pequeño monumento para conmemorar que Mel y sus hombres se plantan en el choque de rivalidad matemáticamente salvados, gracias a la derrota del Sporting ante el Villarreal ayer mismo (2-3), con la tranquilidad del objetivo cumplido y con la certeza de que ganando se colocarán por encima de su eterno rival y lo dejarán virtualmente sin Europa.
Se presenta el segundo derbi de la campaña en un contexto extraño, y no sólo por la proximidad clasificatoria de los dos contendientes, sino por la proximidad temporal entre un duelo y otro. Apenas han transcurrido tres meses desde el primero, el que se celebró en el Benito Villamarín y acabó 1-1. Cosas de la huelga de futbolistas, que obligó a aplazar la primera jornada y a su vez posponer la vigésima hasta el final de la Liga y el principio de mayo. Es decir, hoy.
Como queda dicho, también resulta muy extraño contemplar esa cercanía en la tabla entre el Sevilla y el Betis. Un aspirante a la Liga de Campeones y un recién ascendido, en teoría, deberían estar divorciados definitivamente en la clasificación desde hace tiempo, sobre todo si se tiene en cuenta que el presunto equipo inferior ha atravesado baches como el de un punto de 30 en mitad del ejercicio. Pero el Sevilla ha sido fiel al declive que viene sufriendo de unos años a esta parte y ni siquiera se ha asegurado la liga particular, en la que por cierto vence por goleada desde 2006. Y eso es lo de menos: apenas ha estado cuatro jornadas en puestos de Champions (la última vez, hace seis meses) y su mejor racha ha sido de sólo tres victorias consecutivas. Hasta el Betis, con cuatro, mejora ese registro.
Total, que si al Betis le da por derrotar esta noche al Sevilla, lo adelantará en la clasificación, algo que no ocurre desde la séptima jornada, antes de que el Betis cayese con el Levante y bajase del liderato a la séptima plaza y el Sevilla empatase en el campo del Atlético y se colocase sexto. Y además convertirá Europa en poco menos que una utopía para el equipo de Míchel.
LOS EQUIPOS. Además de su afinidad clasificatoria, los eternos rivales comparten otro aspecto común: sus alineaciones son un misterio. En el Sevilla, Míchel recupera a Medel y Manu del Moral, que por sanción se perdieron la visita matinal al líder y futuro campeón; ambos serán titulares si no hay sorpresón de última hora y el míster madrileño recurre a Babá o Luis Alberto para acompañar a Negredo, opciones ambas que se antojan muy improbables. También retorna Palop, una vez salvadas las molestias que según él le impidieron ir al Bernabéu, aunque raro sería que los guantes de titular no fuesen los de Javi Varas. Y por lo demás continúan lesionados Kanouté, Escudé y Perotti. La duda, una de ellas, es quién acompañará en defensa a Fazio, Cala y Fernando Navarro: lo normal es que Coke continúe siendo titular pese a su discutible rendimiento, pero por si acaso no hay que ningunear la opción de que Deivid, mediocentro contra el Real Madrid, retrase su posición para estar al lado de Fazio, con lo que Cala se movería al lateral.
En el Betis, Mel recupera a Dorado, que se perdió el empate con el Atlético por castigo federativo, y por supuesto cuenta con todos los que estaban apercibidos y no vieron ninguna tarjeta el domingo: Beñat, que regresa al once tras gozar de un poco de descanso en el fin de semana, y Rubén Castro serán titulares, cómo no, mientras que Cañas, a priori suplente, podría ser una de las novedades del dibujo que configure el también míster madrileño, con permiso de Pozuelo o Jonathan Pereira si Mel prefiere apuntalar el 4-4-2 en vez de elegir el trivote.
SEVILLA FC: Javi Varas; Coke, Cala, Fazio, Fernando Navarro; Medel, Trochowski; Jesús Navas, Manu del Moral, Reyes; y Negredo.
REAL BETIS: Fabricio; Nelson, Paulao, Dorado, Nacho; Pozuelo, Iriney, Beñat, Jefferson Montero; Santa Cruz y Rubén Castro.
Árbitro: Carlos Delgado Ferreiro (Colegio Vasco).
Escenario: estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.
Hora: 20.00.
TV: Canal+1.
