Recreaciones de la noria en las instalaciones del puerto. El mirador irá situado en una parcela anexa al Acuario. / El Correo
Mirador de Puerto Delicias, un proyecto que nace para completar un complejo en el que el Acuario recién inaugurado será la gran estrella. Una noria de 40 metros, aunque alcanzará en realidad los 50 metros, que permitirá contemplar Sevilla desde las alturas con dos opciones para los visitantes: la entrada normal, que comprende un viaje de cinco vueltas, o la VIP, en la que el viaje durará el doble y el cliente será agasajado con una copa de champán, entre otras atenciones. Está previsto que las obras comiencen el 15 de octubre. Un mes después la noria ya lucirá sobre la ciudad, aunque no entrará en funcionamiento hasta el 19 de diciembre, como adelantó este periódico.
La empresa que va a gestionar este nuevo proyecto turístico, Sequoia Partners, ya lo tiene todo preparado. Ahora solo falta que el Consejo de Administración del Puerto, ya que la noria se sitúa en un solar cedido por éste de 1.890 metros cuadrados situado junto a la calle Alfonso XIII y la avenida de Moliní, dé la concesión administrativa a Sequoia en su reunión prevista para mañana martes; y que la Gerencia de Urbanismo le conceda la licencia. «Todos los trámites están muy avanzados», explica el presidente y consejero delegado de la empresa, Javier Jorba, quien sostiene que si todos estos trámites van en los plazos previstos, la noria estará en funcionamiento el 19 de diciembre.
Vista aérea virtual de la noria de Sevilla
Sin embargo, los sevillanos podrán ver iluminado el nuevo mirador a partir del 4 de diciembre, antes del Puente de la Inmaculada, si no hay ninguna demora, como ocurrió con el Acuario, espacio del que Sequoia es también inversor. Con la concesión y la licencia en la mano, la empresa quiere iniciar las obras civiles en la zona para el 15 de octubre, es decir, en una semana. Se trataría de adecentar el solar, en el que ya se están llevando a cabo «todos los estudios geotécnicos para comprobar que soportará las 600 toneladas que pesa la noria», para que todo esté listo cuando la estructura llegue a principios de noviembre. «La empresa que la está construyendo tarda dos semanas en terminarla, y en llegar a Sevilla una semana más», explica Jorba. Para montarla serán necesarios otros diez días, con lo que a principios de noviembre ya estará lista para comenzar las pruebas. La iluminación se encenderá el 4 de diciembre, para llevar a cabo una fiesta de inauguración el 19 de diciembre y abrirla «al público al día siguiente». «Si por alguna cuestión no llegamos a estos plazos, ya nos iríamos a enero. Pero nosotros queremos aprovechar la Navidad», indica Jorba. El horario será de 10 a 22 horas, aunque el Puerto les permitirá abrir hasta las dos de la madrugada en ciertos momentos del año.
Pero Mirador de Puerto Delicias no es sólo la noria. El proyecto contempla un patio como un espacio polivalente, que se va a adecuar con carpas para poder ser utilizado tanto en verano como en invierno. «Eventos, celebraciones, actos... Será posible cerrar por un día el complejo y llevar a cabo todo este tipo de cosas, con un catering que sirva a los asistentes», señaló el presidente de Sequoia. «Por ejemplo, en enero en días entre semana con pocas visitas no habrá problemas para cerrarlo para uso privado», añade. Un espacio que se gestionaría paralelamente con el Acuario.
Cabinas de la noria
El proyecto también contempla la construcción de un bar en total el complejo contaría con cuatro zonas diferenciadas, al que se le quiere dar un aire chill out, de tal forma que se convierta «en un espacio agradable, en el que tomar una copa, un gin tonic, con música de fondo tranquilamente», indicó. Para su gestión, Sequoia se encuentra buscando en la actualidad un restaurador y hostelero que cumpla el perfil para este tipo de local y que comience cuanto antes con su explotación.
Además, entre los planes de los gestores está la idea de poder ofertar un paquete turístico para esas fechas, compuesto por el Acuario y la noria. «Estamos planeando ofrecer una entrada conjunta con ambos espacios, aunque aún no tenemos fijados los precios». Los que sí tienen claro son los del mirador-noria, aunque también podrían variar si el Puerto así lo decide, de tal forma que los adultos pagarían siete euros y los niños (hasta ocho años) cinco euros. Mirador de Puerto Delicias se completará con una tienda y, dentro de unos años, con un amarradero que ampliará el actual para que atraquen los barcos turísticos.
Sequoia invertirá en este complejo siete millones de euros, de los que 5,2 millones corresponden al coste de la noria. La infraestructura tiene una altura de 40 metros de alto, similar a la de la Feria y algo más pequeña que la que se ubicó en el Prado en 2006, que tenía 60 metros. El mirador contará con 30 cabinas equipadas con aire acondicionado y calefacción, pantallas y asientos para unas cuatro o seis personas. Además, contará con cabina VIP en la que como ventaja el cliente no tendrá que hacer cola para poder acceder a la noria. Algo más cara, unos 20 euros, pero con más atenciones como copa de champán tanto a su llegada como durante su viaje en la noria, que durará el doble que el normal, es decir, unas diez vueltas. Además, los asientos de este espacio son de cuero y el cliente recibirá diversos obsequios como una gorra y un pin de recuerdo.
Cabinas de la noria.
Aunque la noria tenga 40 metros de altura, el visitante tendrá la sensación de estar más elevado, ya que la parcela en la que se situará está unos diez metros más elevada que el resto del espacio, desde donde se ve el techo del Acuario. Esto hace que la altura total sea de 50 metros, «más que suficiente para que se pueda contemplar toda la ciudad» y sin que esta nueva estructura interfiera en el paisaje monumental. «Contamos con el visto bueno en este sentido», subrayó Jorba en plena polémica por el veto de Cultura al puente de Cartuja argumentado en su impacto visual.
El presidente de Sequoia explicó que su grupo, dedicado a inversiones de riesgo, busca crear en este espacio «un lugar de paseo y de recreo, hacia el que mire el turismo de la ciudad». A su juicio en la actualidad este espacio no está aprovechado turísticamente pues «los circuitos llegan hasta el parque de María Luisa y se vuelven», como tampoco lo está el río. «Vamos a dar un motivo para ir hasta este lugar», pero no solo al turista, sino también «al residente local, al del área metropolitana y del resto de la provincia». Para Jorba el propio Acuario en sí es un atractivo turístico del que se puede beneficiar la noria y a la vez complementarlo. «No queríamos montar una noria porque sí, lo que queremos es un conjunto, que el que venga hasta aquí tenga varias opciones de entretenimiento», dijo.
De hecho, esperan que en unos cinco años puedan tener entre 300.000 y 400.000 visitas anuales. «Tenemos la certeza de que en Sevilla una noria funcionará» y por eso quieren un proyecto a largo plazo, con una concesión de diez años con opción a prorrogarla otros 15. Sequoia también estuvo tras la noria que se instaló en el Prado, «que no funcionó porque en aquella época la zona estaba en obras». Aquella estructura fue desmontada y acabó en París, en la Plaza de la Concordia, donde estuvo cinco años instalándose de noviembre a enero.
La que ahora viene a Sevilla es desmontable y se sujeta con un sistema de contrapesos. El aparato pasará revisiones diarias, una vez al mes la de mantenimiento y cada tres meses una del servicio técnico. Sus responsables se contratará a 24 personas se formarán en Brighton (Reino Unido), donde Sequoia cuenta con una de sus norias.
