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Sevilla en la Avenida

El cuerpo de guardia de la Sevilla inmarcesible primero intentó convencernos de que la peatonalización de la Avenida era un desastre, probablemente porque les gustaba el olor a gasolina, a asfalto y a mugre. Cuando les falló el argumento...

el 15 sep 2009 / 22:12 h.

El cuerpo de guardia de la Sevilla inmarcesible primero intentó convencernos de que la peatonalización de la Avenida era un desastre, probablemente porque les gustaba el olor a gasolina, a asfalto y a mugre. Cuando les falló el argumento la emprendieron con el tranvía que pasea abarrotado. Luego criticaron las exposiciones que ven miles de personas ante las que se fotografían para que les quede en el recuerdo. Se quejaban ahora de que no se puede pasear cuando advertían antes de que era un páramo intransitable ¡qué tropa!

Ayer dediqué la tarde a ver la exposición de El Correo de Andalucía. Es realmente impactante. El siglo XX en portadas de un periódico sevillano. La historia vista por unos periodistas que han alcanzado con el tiempo el rango de historiadores. La historia con fotos no suele mentir. Y las portadas reflejan lo que era noticia, la verdad. Son actas notariales de lo que pasaba y de lo que preocupaba a la gente. No todos los periódicos podrán hacer lo mismo si duran lo que El Correo. Por lo menos en Sevilla hay uno que se estudiará en la Facultad como un ejemplo de sectarismo, de la mentira, de la tergiversación y de la nadería de una tropilla de cuitados, llenos de complejos y de taras. Es mucha la responsabilidad de un periódico y eso exige respetar un código deontológico que impide hacer guarrerías y persecuciones mafiosas.

La Constitución Española da un rango especial a la libertad de expresión y de prensa. Pero cumplir con ambas exige rigor y decencia.

El Correo muestra en la Avenida que ha sido un periódico decente. Que no ha aceptado ser correa de transmisión de nadie. Que no ha estado nunca dirigido por personajes siniestros. Y que ha prestado relevantes servicios a su comunidad.

Entiendo la sentida despedida de mi buen amigo Antonio Ojeda de su colaboración. Honra muchísimo a un buen ciudadano escribir en un periódico que será historia. Y de Sevilla, por cierto, sólo aparecen las obras de Monteseirín. Lecciones de la historia. Lecciones del buen periodismo.

Abogado

crosadoc@gmail.com

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