Una familia sevillana tipo, compuesta de padre, madre y un par de hijos, paga cada mes cinco euros más en la factura del agua que la media de los españoles. Con 26,67 euros de gasto por hogar, la ciudad es la sexta más cara de España y la segunda más costosa de Andalucía, por encima incluso de urbes como Madrid y Barcelona.
Lo desvela un informe elaborado por la Federación de Consumidores en Acción (Facua) y lo avalan los datos del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino: Sevilla paga cara el agua que bebe. Tomando el precio medio por 20 metros cúbicos, que es el gasto aproximado anual de una familia modelo de cuatro miembros, y asumiendo como válido el precio a noviembre del pasado 2007, una casa sevillana tiene que abonar como media 26,67 euros, es decir, cinco por encima de los 21,84 en que está cifrada la media de las capitales de provincia españolas. Sumando, sumando, son casi 58 euros los que cada año desembolsan de más los habitantes de la capital andaluza. Son 300 euros de exceso en cinco años. Todo, por recibir el mismo servicio que el resto de los españoles.
El estudio de los consumidores desvela que sólo cinco capitales superan los umbrales de Sevilla; son Alicante (que duplica el precio, con 44,2 euros mensuales), Murcia (33,67), Córdoba (30,06) Santa Cruz de Tenerife (29,86), y Palma de Mallorca (27,86 euros). La capital más barata de España, apunta el informe, es Pamplona, donde al mes se abonan 9,05 euros.
Si se exceptúa el caso cordobés, Sevilla se sitúa como la zona más cara de Andalucía, hasta nueve euros por encima de ciudades como Jaén. En cualquier caso, es la más cara de las capitales españolas de su peso, ya que ninguna de las grandes se acerca a su factura: en Madrid se pagan 4,06 euros menos cada mes; otros 2,18 en Barcelona; 2,66 euros menos en Valencia, 8,73 en Bilbao y hasta 8,09 euros de diferencia con lo que paga una familia zaragozana.
Los datos, similares a los que recoge Medio Ambiente, son una constatación "a la baja" de las facturas del agua en Sevilla, ya que no se ha tenido en cuenta para el estudio ni el gasto de alquiler, ni el IVA, ni el mantenimiento ni los cánones. Estas tarifas son "competencia exclusiva de los Ayuntamientos", recuerdan los consumidores, lo que a su entender provoca un "elevado grado de discrecionalidad", que hace que el agua se convierta en ocasiones en "una vía más de entrada de ingresos", denuncian desde el Ministerio. Por eso Facua reclama que se redacte una ley que iguale los precios en todo el país, con un rasero común. De hecho, la Directiva Marco de Aguas de la Unión Europea (UE), del año 2000, ya "recomienda" a los países miembros que igualen los precios en su territorio y que, sobre todo, reflejen el precio real del servicio.
Medio Ambiente, en sus mediciones de 2007, se reafirma en otra de las afirmaciones de Facua: Sevilla tiene agua de buena calidad y cumple con las normativas de regeneración de aguas residuales. La capital hace circular un agua "óptima, de niveles equilibrados de cloro, buen sabor y sin olor", explican los técnicos del gabinete que comanda Elena Espinosa. En este caso, no es un mérito exclusivo de Sevilla, pues el 96% de las capitales españolas alcanzan el nivel de "excelencia" aconsejado por la UE.
