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"Sevilla está orgullosa de sus fantasmas, cosa que no pasa en el resto de España"

Lorenzo Fernández Bueno.Periodista y escritor. Partió desde el Sur para recorrer el mundo en busca de misterios. Acaba de públicar la guía de viajes ‘99 lugares donde pasar miedo'

el 05 oct 2012 / 19:55 h.

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El demoniaco bosque japonés de Aokigahara, las catacumbas de París o el encantado Hotel Stanley de Colorado donde Kubrick rodó El resplandor. A Lorenzo Fernández Bueno le gusta viajar para pasar terror. Y ahora pretende transmitirlo al lector sugiriéndole en una guía -99 lugares donde pasar miedo (Libros Cúpula)- una serie de destinos en la sombra que merecen ser descubiertos si se aspira a sentir escalofríos.

-¿De verdad tenemos que creernos que ha estado usted en estos 99 lugares?
-Me faltarán sólo un par, para los que he contado con colaboradores. Desde luego en los más remotos ya he estado. Paradójicamente tengo pendiente de explorar la ruta vampírica que se extiende por los países del Este de Europa. Pero creo que podría afirmar que soy un viajero avezado en destinos inquietantes.

-Habrá quien se pregunte qué hay que estudiar para dedicarse profesionalmente a difundir historias de terror...
-Soy periodista y mi vocación, desde muy joven, ha sido esta, la de explicar profesionalmente los temas que me apasionan. A los 14 años conocí a Iker Jiménez y juntos comenzamos a abordar estos temas de la mejor forma que sabíamos. Más tarde el boletín que editábamos llegó a las manos del doctor Jiménez del Oso, que acabó fichándonos. Hoy soy director de la revista Enigmas, que él mismo fundó.

-Más allá del personaje televisivo que se creó Jiménez del Oso, ¿no cree que habría que reivindicarle más?
-Absolutamente. Era un hombre sabio y fue el primero que se atrevió a hablar en España de temas que hasta entonces parecían estar prohibidos. Nos descubrió a todos muchísimos sitios del planeta.

-¿Le molesta que le llamen parapsicólogo?
-No, y me lo han llamado muchas veces. Pero lo que yo hago es periodismo, marginal si se quiere, pero periodismo.

-En Estados Unidos la parapsicología es objeto de estudio universitario. ¿Sucederá eso aquí algún día?
-Es absolutamente necesario que se normalice el abordaje de estos temas en el ámbito universitario. Pero todavía es impensable en nuestro país. No obstante hay que señalar que el doctor en Psicología, Óscar Ibarra, está promoviendo cursos de parapsicología en la Universidad de Granada completamente oficiales.

-Entre tantos viajes como acumula habrá visto ya algún fantasma... ¿no?
-Pues no. Pero si usted me dice que conoce un sitio donde se producen fenómenos extraños yo le acompaño encantado. Digamos que lo que sí he tenido son sensaciones terroríficas. Una vez en un hotel de Oropesa (Toledo) viví una noche infernal con ruidos y todo tipo de percepciones malsanas. Al despertar todos los cuadros estaban del revés...

-Con anterioridad a su nuevo libro publicó otro en la editorial Absalón centrado en lugares inquietantes de España. ¿Cómo puntúa Sevilla en esto de los espectros?
-Está en uno de los primeros puestos, esta es una ciudad muy ligada al fenómeno de las casas encantadas y a los ovnis. Durante la década de los 70 hubo avistamientos muy importantes y especialmente notable es el caso de Juan ‘El Palmereño', de Aznalcollar, que tuvo un encuentro en la tercera fase. Según afirmó, vio a unos 80 seres bajar de una nave. ¿Por qué iba a contar aquello una persona que no estaba loca?

-¿Sigue habiendo temor público a hablar de estos temas?
-Mayoritariamente, sí. Sevilla es una excepción, está orgullosa de sus fantasmas, cosa que no pasa en el resto de España. Habría que pensar en Escocia para encontrar una actitud tan positiva hacia esto. Ahí tiene por ejemplo casos tan comentados como los fantasmas de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, la caras de Bélmez en Jaén, el agujero de luces de Cádiz o las combustiones espontáneas en Almería.

-¿Cómo es que a nadie se le había ocurrido antes escribir una guía de lugares oscuros?

-No lo sé, lo cierto es que las guías convencionales discriminan la leyenda y el misterio. Y no hay nada más innato en el ser humano que la curiosidad por ahondar en temas que se escapan a la razón. En mi libro he querido que detrás de cada historia exista una propuesta contundente de viaje. Mi pretensión es que la gente pase miedo pero que no se descontrole el terror.

-¿Qué quiere decir?
-Pienso en el Sur de Argelia, un lugar fascinante donde existen unas pinturas rupestres que parecen invocar a una civilización marciana. Allí la sensación de soledad es absoluta, pero no es un sitio seguro. Sería sólo para viajeros muy experimentados.

-Dígame un sitio que de verdad le haya quitado el sueño...
-Xochimilco, en México. Hace 50 años un hombre se aisló en un pequeño islote. Una noche vio cómo una niña se ahogaba y no fue capaz de salvarla, así que, temiendo que su espíritu volviera para vengarse decidió hacerse con un amuleto, una muñeca. El hombre enloqueció y llenó el lugar de muñecas a las que le faltan las cuencas de los ojos. El lugar es terrorífico, sobre todo si se sabe que aquel hombre murió hace ocho años, ahogado y, según dicen, empujado por las muñecas.

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