Los musicales se han convertido en el fenómeno cultural de la última década. Después de resucitar viejos y olvidados teatros, las grandes producciones comienzan a salir de Madrid a la búsqueda de nuevas plazas. Sevilla sería un destino ideal para este formato si no fuera porque la falta de teatros privados y los "criterios elitistas" de las instituciones dificultan su llegada con normalidad.
Mientras que las ciudades de media España se pelean por atraer las giras de los musicales que han arrasado en Madrid, la capital hispalense parece ajena al interés del público general, hasta el punto de que la superproducción Hoy no me puedo levantar, el musical más exitoso de la historia de España -ha estado en cartel desde 2005, ha sido visto por 1.250.000 espectadores y ha recaudado 60 millones de euros- podría pasar de largo por Sevilla en el tour que acaba de emprender.
Gonzalo Pérez, director de Vértigo Producciones -la empresa encargada de distribuir este montaje y otros como Jesucristo Superstar, High School Musical o Fama-, explica las razones que, a su juicio, hacen de Sevilla una ciudad "difícil" para los musicales. En primer lugar, Pérez apunta a la falta de espacios escénicos privados, en los que este tipo de espectáculos podrían permanecer entre cuatro meses y un año, siendo totalmente rentables. Sin embargo, éste es, hoy en día, un mal común en la mayoría de las ciudades, que sí se están subiendo al carro de los musicales.
El problema añadido que encuentran estas producciones en la capital sevillana es el "criterio excesivamente elitista" que rige sus teatros públicos. Gonzalo Pérez asegura que el Maestranza sería el enclave perfecto para acoger obras como Hoy no me puedo levantar, por su gran aforo. Sin embargo, "hablar con esta institución es como hablar con Dios". "Los musicales tienen la entrada vedada en este teatro, al que acuden durante el año los mismos 2.000 señores a ver los espectáculos que les programen".
Descartando el Teatro Central -por su reducido tamaño-, el Auditorio Rocío Jurado -por estar descubierto-, y Fibes -porque, en palabras del director de Vértigo, "los musicales se ven en teatros, no en palacios de congresos-, sólo queda el Lope de Vega, que "también es pequeño". Para que a esta empresa le resulte rentable montar un musical como el de Mecano, necesita disponer de mil butacas en cada función, por lo que para acudir a espacios como el Lope -con menos de 800 plazas- necesita que el Ayuntamiento aporte "un apoyo económico adicional", que compense la falta de público, lo que también supone un obstáculo a la hora de negociar.
A esto hay que sumar que este teatro cuenta con un apretado calendario y tiene sus propios criterios de programación, en los que, según Pérez, los musicales no son una prioridad: "El problema de todo esto es que en las instituciones públicas de Sevilla nadie piensa en la gente normal que no va a los ciclos de Shakespeare ni a la ópera, pero que comenzaría a ir a los teatros a ver musicales".
A juicio del director de Vértigo, en una ciudad como Sevilla sería rentable abrir un teatro privado dedicado a producciones de este formato y, de hecho, advirtió de que en capitales como Barcelona o Valencia ya se están preparando espacios dedicados en exclusiva al musical.
Desde el Ayuntamiento, la delegada municipal de Cultura, Maribel Montaño, destacó a este periódico que "en pocas ciudades como en ésta se apoya tanto a las salas privadas" y recordó que su departamento acaba de sacar una convocatoria de subvenciones de más 500.000 euros.
En cualquier caso, y mientras estas ayudas dan sus frutos, el paso por Sevilla de los grandes musicales que actualmente están de gira sigue en el aire.
