La tragedia del pasado domingo, cuando el joven Pedro Renay de 12 años murió tras ser arrollado por una moto de alta cilindrada en Sevilla Este, ha puesto de relieve un punto negro de la ciudad del que los propios vecinos habían avisado hace año y medio. Aunque el accidente se produjo por imprudencia del niño y los amigos que le acompañaban, que cruzaron en un punto de la avenida Luis Uruñuela (de tres carriles por sentido) no regulado por semáforos, la Intercomunidad de Residencial Augusta de Sevilla Este había remitido escritos a Tráfico y al Ayuntamiento a primeros de 2011 para que instalaran un paso para acceder al otro lado de la vía sin realizar un rodeo o, al menos, implantaran medidas para rebajar la velocidad en un tramo en el que los coches suelen circular por encima del límite de 50 kilómetros por hora de la vía.
La reclamación se formalizó a través de una recogida de firmas y fotografías. De hecho, la presidenta de la Intercomunidad de Residencial Augusta, Gertrudis Gutiérrez, indicó que el Consistorio le trasladó que esta solicitud "estaba en estudio", aunque admitía su dificultad al haber cruces semafóricos en una distancia de en torno a cien metros. No obstante, el problema no radica en la escasez de cruces, sino en el rodeo que los vecinos de Residencial Augusta y Los Milanos -donde vivía el niño que fue atropellado- tienen que realizar para llegar a una zona con servicios básicos como centro de salud Puerta Este y centros como el colegio Ángel Ganivet o el IES Miguel Servet.
Para llegar a los semáforos, además del rodeo, los vecinos avisan de que topan antes con varios pasos de peatones donde "los vehículos no paran y pasan a gran velocidad". "Hace un año se llevaron por delante el carro de la compra", comentó una vecina de Residencial Augusta que no quiso identificarse. Gutiérrez, en ese sentido, señaló que ya ha habido varios accidentes en este tramo, incluso en cruces regulados por semáforos. "Este verano ha habido dos casos y, en uno de ellos, la joven atropellada se rompió la cadera", dijo.
Las quejas vecinales no restan el hecho de que el accidente mortal se produjera por una imprudencia de los niños, que cruzaron al otro lado de la vía con la única idea de comprar chucherías en un puesto de la urbanización Cuatro Torres. Al igual que ocasiones anteriores, cruzaron por la zona "indebida", como precisó la Policía Local, pero la escasa visibilidad, al haber oscurecido y ser una zona de frondoso arbolado, les hizo no ver la moto de alta cilindrada que transitaba por el tercer carril hacia Montesierra y que chocó con uno de ellos, causándole heridas, como la amputación de una pierna, que le provocaron la muerte.
"Por ahí pasa todo el mundo", señaló Tomás Sánchez, que aclaró que no son únicamente jóvenes sino también mayores los que se arriesgan a tomar este peligroso atajo. No en vano, a la salida de los colegios y pese al reciente fallecimiento, aún había jóvenes que cruzaban ayer de manera indebida como muestran las imágenes captadas ayer por este periódico.
Otro debate es la velocidad con la que circulan los vehículos en la avenida Luis Uruñuela.-->-->--> Es más, el Consistorio ha tomado medidas parciales, como habilitar una cámara para multar a los que se saltaran el semáforo a la altura del centro comercial Zona Este. Sobre la petición vecinal, el Consistorio precisó que "no era en el lugar exacto del atropello", además de aclarar que es "inviable" instalar allí un semáforo. Eso sí, tanto vecinos como el Distrito Este coinciden en que hay "buena disposición" para buscar soluciones.
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