El Sevilla se juega sus dos grandes sueños en dos partidos muy exigentes. (Kiko Hurtado)
El rush final de la temporada se ha convertido en una fuente de emociones para el Sevilla. A base de esfuerzo, el equipo de Unai Emery llega al último tramo del campeonato con la clasificación para la Europa League ya asegurada de forma matemática y la posibilidad de lograr una plaza en la mismísima Liga de Campeones. Además, tiene en su mano el pase a la finalísima de la Europa League. En cuestión de cuatro días pondrá en juego estos dos grandes sueños que, para verlos cumplir, deberá pasar antes por dos auténticas calderas.
SAN MAMÉS APENAS CEDE La primera de ellas no es otra que San Mamés. El estadio de Athletic sólo ha visto perder dos veces a su equipo en el presente campeonato. La primera, frente al Espanyol (1-2) el pasado 16 de febrero; la segunda y última, el 29 de marzo, contra el Atlético de Madrid, por idéntico resultado. Ni Real Madrid (1-1) ni Barcelona (1-0) pudieron con el equipo de Ernesto Valverd. Éste, además, únicamente ha cedido tres empates en su flamante nuevo estadio, donde presenta una media por partido de 2,2 goles a favor y 0,9 en contra. Números que imponen.
El Athletic viene de perder en el Camp Nou ante el Barcelona (2-1) y no puede ceder más terreno a un Sevilla que ha ido recortando progresivamente su desventaja hasta situarla en tres puntos. El equipo que gane este domingo dará un gran paso en su deseo de hacerse con la plaza Champions que aún queda por decidir. Tras el duelo de San Mamés, el Sevilla deberá enfrentarse a Villarreal (en casa), Getafe (fuera) y Elche (en casa), y podría disputar la final de la Europa League. El Athletic, por su parte, se enfrentará a Rayo Vallecano (fuera), Real Sociedad (en casa) y Almería (fuera).
MESTALLA, EN LLAMAS Si en Bilbao el Sevilla se juega gran parte de sus opciones de alcanzar la plaza de Champions, qué decir de lo que le espera el próximo jueves en Valencia. Mestalla se llenará con la esperanza de remontar el 2-0 encajado por el Valencia en el Sánchez-Pizjuán. Además, el ambiente estará calentito a raíz del arbitraje del esloveno Skomina, quien no vio fuera de juego en el gol de Mbia y mostró a Alcácer una cartulina que le impedirá disputar el partido de vuelta, aunque tampoco señaló penalti en una mano que interceptó un disparo de Gameiro con el balón rumbo a la red, entre otras cosas.
En Mestalla, el Valencia ha ganado 9 de sus 17 partidos de Liga (con 3 empates y 5 derrotas); en la Europa League, su bagaje es de 3 victorias, 2 empates y 1 derrota, idéntico éste al que presenta el Sevilla lejos del Sánchez-Pizjuán.
MUCHO MÁS QUE LANZADO El gran argumento del equipo de Emery es su regularidad, algo que disfruta después de mucho tiempo echándola en falta, y no sólo ya con el técnico vasco en el banquillo. Hoy en día, el Sevilla se muestra prácticamente intratable. Sirva este dato: desde el pasado 23 de febrero, día que visitó al Rayo, lleva nada menos que 13 victorias en 16 partidos. Sólo perdió con Celta, Betis y Oporto. Además, ha sido capaz de remontar dos eliminatorias muy complicadas, entre otras cosas gracias a su pegada (vio puerta en todos sus partidos europeos lejos de Nervión excepto en el Estadio do Dragao).
¿Dónde está el límite de este Sevilla? Los dos encuentros que afronta en cuestión de cuatro días exigen dar el mejor nivel posible. Todo un reto teniendo en cuenta el desgaste acumulado el Athletic, por ejemplo, llega descansado y que los dos choques serán lejos de casa. Pero este Sevilla también brilla como visitante. ¿Miedo? Ninguno.
