El mejor Sevilla FC de la temporada. Sólido, con un perfil reconocible, más maduro. Ayer, ante el Friburgo, logró su cuarta victoria seguida lejos del Pizjuán. Llegaba el 10 de noviembre a Cornellá-El Prat en medio de un mar de dudas y una marejada de resultados que amenazaba con llevarse por delante al entrenador Unai Emery. Victoria por 1-3 en un buen partido. Se acababa una racha de 14 meses sin ganar fuera, desde que lo hiciera con Michel en Riazor. La primera con Emery desde que sustituyó al entrenador madrileño. Llegó el derbi, y goleada por 4-0 al Real Betis. Bajó el pistón de la euforia el empate a última hora ante el Estoril (1-1), en un partido ciertamente desangelado, pero tomó de nuevo impulso en el viaje a Granada, donde logró recomponerse del empate local con el gol de Gameiro tras la asistencia de Bacca (1-2). En la Copa sufrió más de lo previsto (0-1) ante un Racing que se vino arriba con la expulsión de Coke.
Ante el Friburgo (0-2) cierra una nueva fase en la Europa League, donde no ha perdido tras diez partidos, desde que empezase la competición en el doble compromiso en la fase de clasificación ante el Podgorica. Siete victorias y tres empates. El lunes comenzará, con el sorteo de los dieciseisavos de final, la verdadera Europa League, ya en el bombo con los equipos desclasificados de la Champions y con una criba importante de equipos de bajo nivel.
Desde Barcelona, Emery no ha vuelto a desmontar el doble pivote defensivo, donde Iborra se ha convertido en pieza clave, sea con M'Bia, Cristóforo o Carriço como acompañantes. Y Rakitic por delante. En todo este tiempo Marko Marin no ha estado a disposición del técnico por lesión.
Y ahora toca el Athletic en Liga y completará el año 2013 en Villarreal, en dos compromisos en los que tiene la posibilidad de engancharse a la pelea por las plazas de Champions. Porque si derrota a los vascos el domingo (19.00), cuartos a siete puntos del equipo nervionense, y los castellonenses no ganan en el Camp Nou, la diferencia con esa cuarta plaza será de 4 puntos. Luego, en el Madrigal, estaría en juego la quinta plaza, con la diferencia en tres o cuatro puntos si los amarillos no dan la campanada con un triunfo ante el FC Barcelona. Será por tanto un doble test para comprobar el verdadero crecimiento del Sevilla, con la oportunidad de abrir el 2014 con un horizonte impensable cuando aquel 10 de noviembre viajaban a Barcelona para enfrentarse al Espanyol.
