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Sevilla fuma tabaco ilegal

Es la provincia andaluza donde más ha crecido el contrabando de este producto, por encima incluso de Cádiz. Casi la mitad de las cajetillas que se compran provienen del mercado ilícito.

el 22 feb 2015 / 12:00 h.

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ESTANCOS

En una pequeña tienda, en bares y hasta en domicilios privados. El mercado negro del tabaco se ha convertido en una plaga que se ha extendido por toda Sevilla, para la desesperación de los estanqueros. Sevilla se ha puesto a la cabeza de Andalucía en cuanto al consumo de tabaco de contrabando se refiere, pues casi la mitad del que se consume procede del mercado ilícito, lo que nos sitúa por encima incluso de Cádiz, provincia que habitualmente ha encabezado este negro ranking, y de la media española. El fuerte cerco policial, con grandes golpes a las redes que se dedican a este negocio, «no es suficiente» para acabar con esta lacra, íntimamente relacionada con la crisis económica.

El mayor ejemplo lo tenemos en el año 1993, la crisis que entonces atravesó el país hizo que los semáforos se llenaran de contrabandistas que vendían el tabaco a plena luz del día, sin pudor, ofreciéndolo a los conductores . «Ahora no se hace de forma tan descarada. Ahora se vende en establecimientos de todo tipo. En comercios de chinos, bares, pequeñas tiendas de ultramarinos e incluso en pisos», explican desde el Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Macarena de la Policía Nacional. Este grupo es uno de los que en los últimos meses ha conseguido asestar un duro golpe a las redes de contrabando, con la incautación de 372.490 cajetillas, que en el mercado negro habrían alcanzado un valor superior al 1,5 millones de euros.

Fuentes de este grupo alertan del consumo generalizado y de la facilidad de conseguir tabaco de contrabando por la ciudad, una percepción que se confirman con los datos de la Unión de Estanqueros de España (de la encuesta Ipsos) que refleja que en el primer semestre de 2014 el tabaco ilegal representaba en Sevilla el 48,6 por ciento, cuando en 2013 no llegaba ni al 40 por ciento. Un porcentaje por encima de la media andaluza, situada en el 40,1 por ciento, y mucho más de la española donde la cifra baja hasta el 11,20 por ciento. Pero lo más llamativo del dato es que significa que el consumo de este producto ilegal ya supera a Cádiz, que tradicionalmente era la provincia con mayores ventas, por la proximidad de uno de los puntos de origen del tabaco: Gibraltar. De hecho, mientras en Cádiz el porcentaje de tabaco de contrabando ha pasado del 40,6 por ciento en 2013, al 31,4 por ciento en el primer semestre de 2014; mientras que en puntos como Jerez de la Frontera supone el 49 por ciento o en Algeciras el 71 por ciento.

Precisamente, esta misma semana la Policía Nacional junto con la Agencia Tributaria detenía a 18 personas en el Campo de Gibraltar, todos ellos componentes de un red que se dedicaba a pasar el tabaco desde la colonia inglesa a España por mar.

En esta ocasión, como en otros golpes fuertes, los agentes pueden proceder a la detención de los responsables, pero no siempre es así. «Para que se considere delito lo incautado tiene que superar los 15.000 euros», explican fuentes del citado grupo policial. Es así desde 2006, cuando se cambió la ley al respecto, ya que antes el límite estaba en seis euros. Los contrabandistas lo saben, por eso «los que venden suelen ir con pequeñas cantidades, para que solo se les imponga la correspondiente sanción administrativa», que en la mayoría de las ocasiones ni pagan porque suelen ser insolventes.

«No hay percepción de que esto sea un delito», señala el jefe del grupo, lo que ha hecho que muchas personas que se han quedado en paro hayan visto en el contrabando una salida. Son padres de familia que venden en sus propias casas o que ofrecen a comerciantes. «Y ahí hay otro problema, que la gente compra este tabaco no solo porque es más barato, sino que piensa que así ayuda al pobre hombre que se está ganando la vida». Es el llamado menudeo.

Pero ellos no son los receptores de las grandes cantidades de dinero que genera el tabaco de contrabando, sino que tras ellos están los intermediarios, que son los que finalmente hacen de enlace con los grandes contrabandistas. «En Pino Montano, por ejemplo, llevamos a cabo un registro, y era uno de estos intermediarios. Venía de Gibraltar». Tanto la colonia británica como las Islas Canarias son dos de los puntos de origen de este tabaco. En muchas ocasiones son falsificaciones, pero también hay marcas que en España no está permitido vender. El tabaco que cogieron en el camión era una de estas marcas, que se fabrican en Gran Canarias. A Sevilla llegó a través del Puerto, en un contenedor camuflado tras cajas de ropa.

Pero lo que más destacan desde la Policía es que tras el menudeo y los intermediarios se esconden grandes contrabandistas que suelen estar vinculados con importantes mafias y narcotraficantes. «Al final se acaba beneficiando a grandes grupos delictivos», que en muchas ocasiones están relacionados con el tráfico de armas. O incluso, con grupos terroristas como el IRA, tal y como se desprende de la investigación que se sigue en la Audiencia Nacional por blanqueo de capitales de esta organización en nuestro país con dinero que proviene del contrabando internacional de tabaco.

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