Cultura

"Sevilla ha alcanzado un protagonismo absoluto"

El comisario de la exposición ultima los preparativos de la muestra. Atrás quedan cuatro años de intenso trabajo en estrecha colaboración con la capital hispalense. 

el 22 sep 2009 / 20:13 h.

-Es la primera vez que Sevilla va a desprenderse de algunas de sus tallas barrocas, que nunca antes habían despertado interés en los ámbitos artísticos extranjeros. ¿De dónde ha surgido este empeño repentino?

-La idea de esta exposición comenzó a gestarse en 2004, a raíz de una exposición sobre la colección de la National Gallery. A veces, cuando sacas un cuadro y lo pones en un contexto nuevo, la obra habla de nuevo, enseña otras cosas. Es lo que nos sucedió con nuestra Inmaculada de Velázquez, que desprende una sensación muy táctil, es un cuadro muy escultórico. Ahí estuvo la semilla. Después busqué similitudes en Zurbarán, el joven Cano... y encontré una relación muy interesante entre las dos artes: pintura y escultura. Además, la mayoría de los pintores barrocos en España pasaron por todas las formalidades artísticas.

-A pesar de todo, la muestra va a tener una fuerte presencia pictórica, con obras maestras de Zurbarán y Velázquez. ¿Qué peso van a tener las tallas?

-Vamos a contraponer pintura y escultura para demostrar que en el Barroco español, y más concretamente sevillano, no sólo funcionaba la influencia de Caravaggio, sino que ésta venía directamente de los trabajos escultóricos que se hacían en la ciudad. Si Velázquez se hubiera quedado en Sevilla, hubiera sido un pintor de religión, no de corte. Es lo que le pasa a Zurbarán, que es el pintor escultórico por excelencia.

-¿La imaginería es la gran olvidada del patrimonio artístico español?

-Es la gran desconocida porque juegan un papel devocional en Sevilla que les impide salir de su ciudad con frecuencia y fuera de España no se aprecia como arte en sí mismo.

-Los franceses asaltaron Sevilla, se llevaron cientos de murillos y zurbaranes, convirtiendo el Barroco español en un objeto de deseo internacional, pero ni repararon en la escultura.

-Esto tiene varias explicaciones. Por un lado, los franceses eran católicos, pero el realismo tan exacerbado de las esculturas -que para alcanzar mayor intensidad contaban con lágrimas y ojos de cristal y dientes de marfil- les resultaba muy chocante. Por otro lado, está la dificultad física de su traslado. No se llevaron muchas piezas por una cuestión meramente práctica.

-¿Cómo ha planteado el diálogo entre pintura y escultura?

-La exposición será una conversación visual entre las dos artes. Un paseo en el que se invita al visitante a que mire a la pintura como una escultura y viceversa, hasta fundirlas en una sola disciplina. Asimismo, creo que hemos conseguido crear también un clima, una atmósfera mística. Será precioso ver al visitante meditar frente al Crucificado de Zurbarán del Art Institute de Chicago. Ahí hay un realismo español muy diferente a Caravaggio.

-¿Cómo ha sido el proceso de selección de las piezas? ¿Qué iban buscando?

-Normalmente, siempre tenemos más problemas para conseguir pinturas. Aquí ha sido al contrario por el peso físico y emocional de las esculturas (no hay que olvidar que son imágenes devocionales, expuestas al público en sus iglesias). El reto ha sido enorme, porque teníamos que traer a Londres las piezas de mayor calidad, nada de segunda fila. Hemos sufrido tanto que hubo un momento en que creí que no lo íbamos a conseguir. Tenía pesadillas con las Inmaculadas... Aquí tengo que señalar que hemos tenido mucho apoyo de Sevilla, sus instituciones religiosas han entendido que era una ocasión perfecta.

-Sin embargo, la Inmaculada de El Pedroso se ha quedado en el camino.

-Es la espinita que me ha quedado. Es una talla magnífica, que funcionaba muy bien dentro de nuestro discurso, pero está muy apegada a la localidad. No obstante, llevamos otra Inmaculada de muy buena calidad, la de la iglesia de la Anunciación.

-Hablamos de Barroco español pero sale el nombre de Sevilla durante toda la entrevista. ¿Qué importancia tiene el patrimonio artístico de esta ciudad en la exposición?

-Sevilla ha alcanzado un protagonismo absoluto dentro de la muestra, tanto que lo he tenido que equilibrar con piezas que viajarán desde Valladolid y Toledo, para comparar estos trabajos con las tallas sevillanas, que son más dulces y artísticas a la hora de representar el sufrimiento de Cristo. Este contraste también va a ser muy interesante.

-Y a todo esto, ¿han valorado el efecto que pueden tener estas imágenes tan crudas en el público británico?

-A la National Gallery acude público muy diferente, pero es cierto que en el departamento de márketing eran escépticos al principio. Ahora, con las altas expectativas que nos demuestran las apariciones en prensa, no tenemos duda de que será un éxito. Todas las piezas son extraordinarias y nuestro público puede no entender la exposición, pero sabe muy bien valorar el arte de calidad.

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