Tras el accidente de tráfico de ayer en el tramo de la carretera autonómica A-364 que atraviesa Marchena, donde perdieron la vida un matrimonio y un bebé de pocos meses, la provincia de Sevilla suma ya 24 víctimas mortales en las carreteras durante el verano en curso. Sevilla, así, es la provincia española con mayor número de fallecidos en accidente de tráfico durante el presente verano, según los datos aportados por la Dirección General de Tráfico (DGT). Además, las carreteras sevillanas vivieron su verano más trágico de los últimos ocho años, según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno y que publicó este periódico el pasado sábado.
En el accidente, ocurrido en la circunvalación de Marchena, fallecieron un matrimonio y un bebé que viajaban en un turismo matriculado en Jaén, toda vez que el conductor de un camión resultó herido leve. También los trágicos accidentes ocurridos en la N-IV, en el Bajo Guadalquivir, a finales de julio y principios de agosto dispararon la cifra de víctimas.
De este modo, durante el verano se han producido en la provincia de Sevilla de 16 accidentes mortales con 24 fallecidos, mientras que en el mismo periodo de 2010 hubo ocho accidentes con víctimas y diez fallecidos. Tras Sevilla, Barcelona, Madrid y Tarragona lideraban el número de fallecidos en las carreteras españolas, según los datos recabados por la DGT entre los meses de julio y agosto. En lo que respecta a la región andaluza, y según la DGT, tras Sevilla se situaban Jaén, con diez fallecidos en nueve accidentes mortales; Málaga, con siete fallecidos en otros tantos siniestros mortales; Córdoba, con cinco muertos en cinco accidentes; Almería, con cuatro siniestros y otras tantas víctimas; Granada y Huelva, con tres muertos y tres accidentes mortales, respectivamente, y, por último, Cádiz, con un sólo fallecido en un siniestro mortal.
La Delegación de Gobierno argumenta que este repunte se produce por las distracciones. Buena prueba de ello es que, al igual que la cifra de muertes en carretera, este factor también se ha visto duplicado. De hecho, ha sido el causante del 80,95% de los siniestros.
