Sevilla necesita cada año 1.800 nacimientos más para poder garantizar el relevo generacional e invertir la tendencia creciente al envejecimiento de su población. Aunque la tasa de natalidad supera la media nacional, hoy se registra un 35% menos de partos que hace 20 años.
El Instituto de Política Familiar, órgano consultivo que trabaja para el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, ha lanzado el aviso: en España se necesitan al menos 120.000 niños más cada año para que se produzca el reemplazo demográfico lógico en cualquier población. En Sevilla son 1.800 los niños que hacen falta para equilibrar la balanza, si es que no se corrige la tendencia en los alumbramientos; sólo así se lograría alcanzar la cifra de 9.500 nacimientos cada año, con la que se rozaría la tasa de 2,1 hijos por mujer, que es la fijada por la ONU como la garantía mínima para que no se pierda población. Es 2,1 (y no 2 exactamente, hombre y mujer) porque se considera que, si cada mujer tiene dos hijos, una pequeña sobremortalidad hace que no todos ellos lleguen a la edad de reproducción.
Según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) usados para su estudio, en Sevilla nacen cada año algo más de 7.700 niños de los 491.000 que aproximadamente vienen al mundo en España. La tasa de natalidad entre las sevillanas es de 1,42 hijos por mujer en edad fértil (una horquilla fijada entre los 15 y los 49 años), tres décimas mejor que la media española (1,39 hijos) y un par de décimas peor que la andaluza, que con 1,44 hijos por mujer ostenta la tasa de natalidad más alta del país. En un año, entre 2006 y 2007, las sevillanas han elevado su propia media una décima.
La situación en Sevilla es, por tanto, levemente mejor, pero no lo suficiente como para "frenar la escalada al alza del envejecimiento de sus habitantes", apunta el estudio. Y es que, en los últimos 20 años, dicha tasa ha bajado un 35%, un proceso tan acelerado y tan estable que es "muy complicado de reconducir" por el momento. Aunque la estadística no sea buena, lo cierto es que el pasado año Sevilla registró la mejor tasa desde 1993, cuando llegó a los 1,52 niños.
Las causas de esa bajada en los nacimientos hay que buscarla en razones evidentes: la plena incorporación de la mujer al mundo laboral -que reduce el tiempo de estancia y cuidado de los hijos-, la mejora de los métodos anticonceptivos, una mayor planificación de familia, alejada de los hogares numerosos de antaño, y las complicaciones económicas para sacar a flote una casa cada mes. El Instituto de Política Familiar anota una razón más por la que tira de las orejas al Gobierno central: "La falta de ayudas a las familias y al cuidado de los hijos", que no "incentiva" la procreación.
Más extranjeras. Los expertos esperan que la llegada de mujeres extranjeras eleve esta cifra, pero lo cierto es que la tendencia se está corrigiendo sólo en zonas de España con alta concentración de inmigrantes. Por ejemplo, en Barcelona o Madrid los partos de mujeres extranjeras copan ya entre el 20 y el 23% del total, mientras que en Sevilla no pasan del 8% (la media nacional es del 18,9%). Hay otro problema añadido: aunque la tasa de natalidad mejore en Sevilla, la de mortalidad también va en aumento (casi un 3% más de fallecimientos). Por eso no se remonta la diferencia entre nacimientos y defunciones.