La Junta resolvió el jueves el último de los flecos pendientes del plan público para atenuar el impacto de la crisis que deben gestionar los municipios. Sevilla recibirá 17,5 millones para completar la inyección estatal. Los proyectos deben arrancar antes de abril de 2009 e incorporar planes de formación para los contratados.
La Consejería de Gobernación cerró ayer jueves el reparto de fondos autonómicos para completar el plan estatal de inversión pública que queda en manos de los ayuntamientos. A la provincia le corresponden 62,9 millones de euros -que se suman a los 327,3 millones aportados por el Estado- de los que una tercera parte, 17,5, le corresponden a la capital -que recibe ya 141 millones-.
Las actuaciones de este proyecto son similares a las que se pueden ejecutar con los fondos estatales -de hecho está planteado como un complemento- aunque hay algunas diferencias entre los dos fondos. La primera es el criterio de reparto. Si las cantidades asignadas por el Ejecutivo central dependían exclusivamente de la población, en este caso, se aplica un cálculo que incluye el número de parados y el aumento del desempleo, así como el censo. Además, se incorpora un criterio de ajuste para garantizar que los municipios pequeños se vean beneficiados -de ahí que la capital reciba la mitad del fondo estatal y sólo una tercera parte de los recursos autonómicos-.
La segunda diferencia radica en su proceso de aplicación. Todas las personas que sean contratadas por el Ayuntamiento en este plan deberán recibir después un plan de formación que incluirá una beca para aquellos que no dispongan de desempleo. Ésta ascenderá a 516 euros mensuales.
Sin embargo, apenas hay modificaciones en cuanto a los proyectos que encajan en este programa. Se pueden usar para la rehabilitación y acondicionamiento de espacios empresariales, la construcción de instalaciones públicas, la eliminación de barreras arquitectónicas y el mantenimiento del patrimonio municipal. Siempre iniciativas con una inversión inferior a cinco millones. Y con plazos ajustados: deben iniciarse antes de abril de 2009.
El Ayuntamiento pretende ejecutar un plan integral con todos estos recursos -a los que se añade el margen de déficit que permite el Ministerio de Hacienda a la Administración local equivalente, según explicaron desde el Gobierno central, a un 3% de los ingresos no financieros de la Corporación- que tiene como objetivo principal los barrios, pero que incluye otras muchas actuaciones en la ciudad.
La mayor parte de estas iniciativas se presentarán hoy al delegado del Gobierno central, Juan José López Garzón, -el Ejecutivo supervisará las actuaciones que se lleven a cabo en los municipios- aunque el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, ya ha difundido algunas de ellas. Los polígonos industriales absorbenarán casi una cuarta parte de los fondos -sin incluir la reforma de la Cartuja, que aún no está concretada- y las actuaciones vinculadas al patrimonio y la cultura se quedarán con casi 10 millones.
Del resto, buena parte debe quedar para el II Plan de Barrios, un proyecto que tiene prevista una inversión de 420 millones de euros de los que casi la mitad se destinan a obras menores en los distintos distritos de la ciudad que se ajustan a los criterios de los fondos autonómicos y estatales: coste inferior a cinco millones y celeridad en los trámites.
Una vez que se complete la definición de estos proyectos, el Ayuntamiento deberá diseñar su presupuesto. Éste ha quedado a la espera de todas estas actuaciones, ya que los proyectos que tengan una partida asignada en las cuentas de 2009 no pueden optar a esta vía de financiación.
