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Sevilla se acostumbra a la nieve

Las previsiones meteorológicas se han cumplido y la nieve ha vuelto a caer, por tercera vez este año, sobre la Sierra Norte. 

el 12 feb 2010 / 11:58 h.

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Unos niños juegan lanzándose bolas de nieve en Cazalla de la Sierra.

"Caían copos del tamaño de las monedas de dos euros". Pedro Escudero fue muy explícito al entrar en un bar en el centro de Cazalla de la Sierra. Y es que, por tercera vez en este invierno, la Sierra Norte y una buena parte de la provincia de Sevilla se cubrió de un manto blanco y, además, con la salvedad de que la nevada de ayer no causó problemas: ni carreteras cortadas ni conductores atrapados en el camino, como ya ocurrió a principios del pasado enero.

Para sorpresa de los vecinos de la Sierra Norte, la nevada no comenzó en el punto más alto de la provincia, Guadalcanal, sino a medio camino entre la entrada a esta comarca y La Vega. Unos grandes copos sorprendieron a los vecinos de Castilblanco de los Arroyos y Cantillana al mediodia de ayer, mientras que en pueblos como Tocina, Brenes y Villanueva del Río y Minas caía en forma de agua nieve. Minutos después, el frío también hizo que la llovizna se transformara en pequeños gránulos en el Aljarafe: Olivares, Gines, Espartinas o Castilleja de la Cuesta amagaron con revivir las nevadas de hace tan sólo un mes y que aquel día llegaron a la capital. Incluso la sartén de Andalucía, Écija, quedó de nuevo congelada.

Sin embargo, sólo fue un pequeño espejismo, nada comparable a lo que le deparaba poco después a los pueblos de la Sierra Norte, que ya estaban preparados para una intensa nevada. La Junta, la Diputación de Sevilla y la Guardia Civil ya habían coordinado un plan de acción con los alcaldes de la comarca ante la previsión de fuertes nevadas. Incluso en el caso de Guadalcanal, adaptaron una retroexcavadora para reconvertirla en quitanieves, apuntó ayer su alcalde, Jesús Manuel Martínez (PP).

Con la sal esparcida por todas las carreteras y los agentes del orden en puntos claves como centros de salud o colegios, apareció la nieve con intensidad y durante dos horas cuajó y cubrió las calles de Constantina, Cazalla de la Sierra, El Pedroso, San Nicolás del Puerto, Alanís de la Sierra y Guadalcanal, entre otros. El manto blanco, de unos cuatro centímetros, duró ese tiempo, dos horas, ya que a partir de las 16.00 horas, remitió para dar paso a una llovizna que limpió los pueblos de nieve. Sólo los montes nevados quedaban como huella del paso de la tercera nevada del año, que los propios lugareños ya empiezan a tomar como costumbre. "No recuerdo que nevara tantas veces en un mismo invierno", comenta con sus amigos Miguel Ángel Sánchez, que trabaja en una gasolinera de Cazalla de la Sierra y que se puso a recordar otras grandes nevadas, como la que asoló, hace ya años, al vecino Constantina, donde el frío llegó a helar las ramas de los árboles, que "se resquebrajaban y caían al suelo".

El termómetro no subía de los cero grados y nadie se atrevía a salir a la calle a media tarde. Y quien lo hacía, era con un café en mano para entrar en calor. Es el caso de Patricia Centeno, que paró a repostar en una gasolinera y, mientras su hermano José Luis quitaba la nieve del capó de su coche, ella iba pegándole sorbos al café y, de paso, también echaba una mano. "La lluvia se ha llevado la nieve del pueblo, pero la ermita está blanca y preciosa", comenta con la ilusión de quien le han dado una gran noticia.

Conforme entraba la tarde, las calles desiertas de los municipios de la Sierra Norte se empezaron a llenar de los primeros valientes que hacían frente al frío y al agua nieve. Así, un grupo de niños se envalentonaron y empezaron a tirarse bolas de nieve en un parque infantil junto al cuartel de la Guardia Civil de Cazalla. Más alto, en Guadalcanal, se sacudieron los copos y se pusieron el disfraz. Y es que a media tarde se celebraba el carnaval infantil, con una concentración en la plaza de España y un pasacalles que se acortó por la lluvia para celebrar la fiesta en el salón de celebraciones El Nogal Rural. Un carnaval blanco en el que no faltó ni un disfraz a tono con el día: el de alguien que se vistió de muñeco de nieve.

La noche terminó por eliminar cualquier rastro de la nieve caída incluso en los campos, pero los alcaldes confían en que el próximo domingo vuelva a nevar en la comarca y "así los turistas se animen a subir", tal y como indicó el concejal de Turismo de San Nicolás del Puerto, Justo Zahinos. Un deseo que, por cierto, comparten todos los Ayuntamientos.

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