Atrás quedaron esas dudas de si defender o no el rascacielos de La Caixa. El alcalde, Juan Ignacio Zoido, pasó de detractor a fiel defensor de la Torre Pelli de golpe. De eso hace más de un año, cuando cogió las maletas y marchó rumbo a San Petersburgo para eludir la amenaza de la Unesco de arrebatar la condición de Patrimonio de la Humanidad a la Catedral, el Archivo de Indias y el Real Alcázar por el impacto visual de la torre. Se logró pero con contrapartidas: que no se levantaran más rascacielos, que se blindara la zona y, por último, acoger un evento internacional de arquitectura en Sevilla, que se celebrará del 17 al 19 de septiembre en el salón de actos de Capitanía General, en la Plaza de España. Del encuentro, al que ya se han inscrito 419 personas y cuenta con solicitudes para participar de más de 50 expertos, cuenta con dos objetivos. Uno, más técnico y que formula abiertamente Zoido de sentar cátedra y que no se produzcan vacíos legales como el que le ocurrió a la capital hispalense: formular criterios para evaluar la arquitectura contemporánea en las ciudades históricas y que puedan servir a la Unesco para futuras reuniones y para analizar casos que puedan afectar al patrimonio. No había ningún criterio definido, manifestó el regidor hispalense. El alcalde y el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vïlchez, presentaron ayer el encuentro. El segundo, que se difunde más con la boca chica, es aprovechar que hay altos cargos de la Unesco aún no está confirmado su presencia, pero se espera al director adjunto para la Cultura, Francesco Bandarín para tratar de alcanzar un viejo anhelo: el de ampliar el territorio declarado Patrimonio de la Humanidad. No en vano, ya en 2010, el Consistorio propuso añadir diez edificios más, entre ellos la Torre del Oro, la Casa de la Moneda, la Real Fábrica de Tabacos o el palacio de San Telmo. El alcalde, muy comedido, no concretó nada, aunque sí aportó pistas de cómo tratarán cautivar a los asistentes. Así, habrá diseñadas varias rutas para que los representantes de la Unesco conozcan cada rincón y demostrarles que es la mejor ciudad del mundo. Y si se consigue, cautivar a la Unesco. Sobre el encuentro, poco se comentó de los ponentes y sí del dinero. Va a suponer un desembolso de 115.000 euros, que costearán el Ministerio de Educación y Cultura y la sociedad Puerto Triana esta última asumirá la mayor parte del coste.