La Giralda. / Carlos Hernández
El bando del alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, animando a los sevillanos a hacer visible su alegría por la coronación de Felipe VI un llamamiento popular en el que coincidían anteayer otros alcaldes españoles, como Ana Botella en Madrid ha tenido su eco en algunos de los principales monumentos de la ciudad, y ya desde ayer tarde se podían ver las banderolas y los gallardetes retorciéndose al viento recalentado contra el cielo azul grisáceo de Sevilla. La Giralda, la Torre del Oro y la Plaza de_Toros de la Maestranza, de tiros largos, serán hoy el emblema de la salutación de la capital de Andalucía a los nuevos reyes Felipe y Letizia.
Pese a la premura con la que se ha producido todo desde el anuncio de la abdicación de Juan Carlos I, a primeros de mes, la reacción de las autoridades y las instituciones ha sido lo suficientemente rápida como para que desde ayer, víspera de la proclamación, dichos edificios luzcan los ornamentos festivos clásicos con los que se procede en este tipo de fastos: grandes banderas y colgaduras.
La plaza de toros de La Maestranza. / Carlos Hernández
Si el exorno de la Giralda es el más llamativo, por el tamaño y la vistosidad, el de la Torre del Oro es el más original, aunque a simple vista parezca excesivamente sencillo. En los alféizares de las ventanas principales se han colocado unas banderas de España de discreto porte, y de las almenas cuelgan lo que a ojos de un profano podrán parecer gallardetes o banderines festivos. En realidad, se trata de un mensaje codificado en el sistema de signos que se suele emplear en navegación marítima, mediante banderas. Es un guiño al pasado protagonismo de esta torre en asuntos de la marinería hispalense, y también a su actual condición de sede del Museo Naval. Según el código internacional de estas señales, la combinación elegida equivaldría a la leyenda Felipe VI, Rey.
La Plaza de Toros quedó también elegantemente adornada con el mismo propósito, con una colgadura principal, gallardetes y las banderas de España izadas en los mástiles.
En cuanto al icono por excelencia de la ciudad, mensajes cifrados no hay en la Giralda, donde no se han producido innovaciones estéticas y se ha tirado por el camino clásico, decorándola igual que en ocasiones anteriores, es decir, muy abundantemente, con un revuelo de telas que deja a la vista, sobre la Plaza de la Virgen de los Reyes, un alboroto de banderas repleto de colores. Así lo decidió el Cabildo Catedral, justificando el despliegue de las galas en la coincidencia hoy, 19 de junio, de la entronización de Felipe VI con la tradicional procesión del Corpus Christi, uno de los días más grandes del calendario festivo religioso de la ciudad de Sevilla y que siempre ha tenido un importante eco mediático y una notable participación popular.
Como advertía la web del arzobispado sevillano, «no es la primera vez que se engalana la Giralda de forma extraordinaria. Durante siglos, la torre ha sido utilizada como gran mástil de la ciudad para celebraciones importantes». Los trabajos de instalación comenzaron ayer, al objeto de tenerlos terminados antes de que acabara el día. Estos trabajos consistieron en la colocación de 16 gallardetes bífidos, de 25 metros, con los colores de la Santa Sede, España y Andalucía; 12 gallardetes triangulares, de 8 metros, con los mismos colores; y 20 banderas, el Estandarte Real y las de la Santa Sede, España, Andalucía y la ciudad de Sevilla.
Para ello se han empleado unos 500 metros cuadrados de tela distribuidos en una organización austera, que será retirada mañana. Durante todo el día de hoy, el campanario mantendrá los tañidos correspondientes a la solemnidad. El primer satisfecho, Zoido. Ayer, este era su tuit: Mirad como luce la Giralda engalanada para unos días históricos. ¡No os la perdáis! 
Torre del Oro. / Carlos Hernández
