(Vídeo: Lydia Capitán Zamora)
Pese a problemas puntuales en la organización del ensayo, los ciudadanos que ayer protagonizaron su particular inauguración aplaudieron el servicio prestado. Los trenes, abarrotados, circularon sin incidencias de Ciudad Expo a Condequinto entre las 11.00 y las 13.00 horas. Y es que, más que ver las estaciones, lo que el público quería era viajar por túneles y viaductos, gratis.
Casi la totalidad de los 2.015 voluntarios recibieron tarjetas del Consorcio de Transporte con cinco euros de recarga. En total, desde la pasada semana, se han repartido 65.000 tarjetas -sin saldo- de forma gratuita, por lo que los ciudadanos se han ahorrado los 1,5 euros que hay que pagar como fianza al adquirirlas en los estancos.
Entre los pasajeros del ensayo general estuvo el consejero de Obras Públicas y Transportes, Luis García Garrido, que calificó con un 9,3 el servicio prestado. Según dijo, ésta fue la nota media que los propios voluntarios dieron al Metro tras la recogida de las primeras mil encuestas realizadas durante la prueba general, la última antes de la inauguración del próximo jueves 2 a las 14.00 horas. A partir de esa hora, Sevilla tendrá Metro. Tras cinco años de obras y 34 de debates políticos y proyectos enquistados.
Cinco fueron las preguntas a los figurantes: "¿Qué opinión le merece el acceso a las estaciones: escaleras mecánicas, ascensores, señalización, información...?, ¿qué opinión le merece el sistema de compra y recogida de billetes: ágil, sencillo, intuitivo...?, ¿qué opina del viaje en las unidades de Metro: rápido, cómodo, seguro...? y ¿qué opinión le merece el sistema de tarjetas sin contacto?" Las respuestas podían ser muy bien, bien, suficiente o mal. Además, la quinta pregunta pedía una valoración del 0 al 10 del Metro en términos generales.
"El funcionamiento ha sido magnífico después de comprobar, uno a uno, todos los sistemas, desde las puertas y escaleras, hasta máquinas, ascensores o el puesto de control. Agradezco la colaboración ciudadana. Queríamos abrir con un nivel de excelencia alto y lo hemos conseguido", apostilló el consejero en la estación de la Plaza de Cuba, donde indicó que incluso a algunos ciudadanos se les dio dinero en metálico para que probasen la recarga de las tarjetas en las máquinas.
Durante el ensayo se realizaron tres simulacros de evacuación por las puertas de emergencia en las estaciones de Cavaleri, Parque de los Príncipes y Nervión, según explicó el consejero. A su juicio, lo más valorado por los ciudadanos fueron las puertas de andén (que evitan caídas a las vías y que han costado 18,5 millones de euros), la limpieza y los volúmenes de las estaciones. El túnel que conecta la estación de San Bernardo con el apeadero de Renfe también fue muy aplaudido.
Y para aquellas personas que no se atreven a subir aún al Metro, por lo que pueda pasar, un mensaje: "Esta infraestructura es segura, aunque cada uno puede hacer lo que le convenga. Es potente y segura", recalcó García Garrido tras indicar que el paso bajo el río, por ejemplo, se hace de forma segura y rápida.
"Tiene mucha calidad y marcará un antes y un después en el transporte de Sevilla. Supone un ahorro de tiempo y una mejora en la calidad de vida", defendió el titular de Obras Públicas, quien también alabó los efectos del carril bici en la ciudad. No obstante, muchas personas aún recordaban ayer, nerviosas en el andén, antecedentes nada positivos como el descarrilamiento del tranvía al tercer día de su inauguración. Eso sí, en aquel incidente no hubo lesionados.
El ensayo general también sirvió para tomar nota de detalles a mejorar. Una de ellas, la falta de agarraderas en los trenes (fabricados por CAF y los mismos que los del tranvía). Y es que el suburbano supera con creces la velocidad del Metrocentro y requiere que todos los pasajeros se agarren para no caer. Sin embargo, en la zona de asientos los viajeros de pie apenas tienen dónde sujetarse. "Esto está en vía de solución", sostuvo el director gerente de Ferrocarriles Andaluces, José Luis Nores, que tampoco quiso perderse la última prueba de fuego del Metro antes de su puesta de largo definitiva, el jueves.
En cuanto a la organización del ensayo, cara y cruz. En algunas estaciones los horarios se cumplieron a rajatabla, mientras que en otras los voluntarios tuvieron que esperar hasta tres cuartos de hora para poder subirse al tren. En algunas se repartieron regalos (paraguas y llaveros) y en otras, se acabaron demasiado pronto. Tampoco faltaron las máquinas expendedoras estropeadas, los retoques de limpieza de última hora y los paneles indicativos erróneos.
Los "imponderables" se bajan del tren
Sólo los flashes y las cámaras delataban la presencia del consejero de Obras Públicas, Luis García Garrido, en el ensayo general del Metro. Él, los responsables de Ferrocarriles Andaluces y de la empresa concesionaria no se perdieron esta puesta de largo informal y se mezclaron, algunos con la familia, entre los 2.015 voluntarios. Por eso mismo, entre enhorabuenas, tuvieron que responder a preguntas improvisadas como ¿para cuándo las líneas 2, 3 y 4? Momentos antes, García Garrido había contestado a la prensa que los proyectos se están redactando y que estarán a final de año. A partir de entonces se decidirá si se abrirán por tramos, por líneas o por zonas de influencia. Sobre las estaciones cerradas el día 2, reiteró que las de Puerta de Jerez, Montequinto, Europa y Olivar de Quintos abrirán en verano. La de Guadaíra, que depende de un intercambiador de Renfe, ni la mencionó.
Evidentemente, tras media docena de fechas incumplidas, cinco años de obras y muchos imprevistos, el titular de Obras Públicas ayer sólo quería "disfrutar". "Una de mis hijas vive en Condequinto y la otra, en el Aljarafe, y yo no tengo coche, así que sólo le digo que hemos vuelto a repetir la chulería de la Expo, le pese a quien le pese. Enhorabuena", le comentó un viajero a García Garrido, satisfecho tras ver a una persona usar la tarjeta del Consorcio de Cádiz en el Metro de Sevilla. Ya no caben más "imponderables".