Nada buenas y contrarias a la tendencia general. Las cifras del paro de la provincia de Sevilla en el tercer trimestre arrojaron un alza en el número de desempleados de 9.500 personas, frente a la media regional, que registró una caída de 4.300 parados, y la nacional, de 14.100, según la Encuesta de Población Activa (EPA).
Si se analiza cada uno de los sectores en la provincia, los datos indican que el paro sólo sufrió un repunte en servicios, con un total de 600 desempleados más -algo lógico, teniendo en cuenta que en Sevilla esta actividad no tiene un fuerte impacto en la época estival, ya que no es temporada alta-, mientras que en el resto descendió. Así fue en agricultura (1.700 parados menos), industria (2.700) y construcción (2.200 desempleados menos).
¿A qué se debe, pues, este incremento de las cifras en la provincia? Pues a una subida muy acusada del colectivo que incluye a los parados de larga duración (hace más de un año que perdieron su empleo) y a los que buscan por primera vez trabajo. En concreto, aumentó en 14.600 personas, pasando de 60.100 a 74.700.
Pero el dato podría haber sido mucho peor en el caso de que la población activa
hubiese crecido en lugar de caer, como sucedió de julio a septiembre de este año. Así, el número de activos pasó de los 908.200 del segundo semestre a los 884.800 del tercero, lo que supone una diferencia de 23.400.
Esta tendencia, que se repite en España y Andalucía, no es habitual que se produzca, ya que lo normal es que aumenten las personas en disposición y edad de trabajar. Una posibilidad que puede explicarlo es que haya crecido el número de quienes han desistido de su intención de buscar un empleo desanimados por la coyuntura.
En cualquier caso, los resultados son muy negativos. El número de desempleados ascendió en la provincia a 215.100, mientras que la tasa de paro se situó en el 24,31%, lo que significa que prácticamente una de cada cuatro personas en activo en Sevilla no tiene empleo, según la EPA, que se diferencia de los datos del antiguo INEM en que recoge aquellas personas con intención de trabajar, no sólo las apuntadas a las listas del paro. Pero, además, la destrucción de empleo también es una realidad, que preocupa y mucho, porque refleja la dificultad de la recuperación del mercado laboral. El número de ocupados cayó en 32.900 personas en Sevilla.
Las cifras de la provincia contrastan con las registradas en la comunidad andaluza y con la media nacional, que se apuntaron descensos, con lo que sigue su tendencia de ir a contracorriente en los últimos meses. En cualquier caso, el propio Gobierno reconoció que supone sólo un paréntesis porque el desempleo va a seguir subiendo en los próximos trimestres.
Tanto la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, como el secretario de Economía, José Manuel Campa, pidieron prudencia y admitieron el alza en un futuro. Aunque el desempleo disminuyó en el tercer trimestre, subió en un año en 1.524.600 personas, hasta sumar 4.123.300 desempleados, y su tasa aumentó una centésima, hasta el 17,93%, debido a que la población activa se redujo en 89.000 personas y sumó 22,9 millones.
Además, el número de hogares españoles que tienen a todos sus miembros en paro siguió aumentando, aunque en menor medida, al subir en 18.200 hasta los 1,13 millones. Pese a la bajada general, el desempleo entre los hombres subió en 1.800 personas (hasta 2,29 millones) mientras que entre las mujeres bajó en 15.900, con lo que sumaron 1,83 millones.
En el caso andaluz, el paro descendió en 4.300 personas, un 0,43% menos en relación con el trimestre anterior, con lo que el número de desempleados se situó en 994.400, lo que deja una tasa de paro del 25,64 %. En los últimos doce meses, aumentó en 289.800 personas, el 41,13% más, mientras que se destruyeron 255.700 personas, lo que supone un descenso del 8,14% en un año.
