Lo que en otra época hubiera armado la marimorena en esta es más que probable que muchos sevillanos ni se hayan percatado de que, en una de las entradas de Sevilla -la del puente del Cachorro- un inmenso graffiti da la bienvenida a la ciudad. "Hace diez años éramos todos unos macarras, hoy algunos de nosotros cotizamoz alto en el mercado del arte", dice Bonim, uno de los artífices de este inmenso óleo urbano pintado al arrimón con otros tres creadores -Logan, Ome, Ed y El niño de las pinturas- y propiciado por Microlibre Producciones con el apoyo del Instituto Municipal de Deportes. Los créditos no pueden ser ni más extensos ni más oficiales.
Y no es que el graffiti vista ahora con corbata-, pero sí que (¡por fortuna!) ha evolucionado: "Se ha domesticado un poco pero ha ganado en calidad artística". Nada de garabatos aprisa y corriendo. En este que nos ocupa, el más grande y visible de toda Sevilla, "un niño sueña con la ciudad llena de tradiciones y modernidad en la que le gusta vivir, que no es otra que esta en la que estamos", apunta Bonim.
"Quisimos representar a Sevilla de una forma diferente: están los farolillos, la Giralda e incluso la calle Betis, los naranjos y el azahar, pero también hay un cartel de Feria reinterpretado y hasta un angelito azul con cara de pícaro", explica el graffitero sin quitar ojo sobre la inmensidad pictórica que tiene ante sus ojos.De momento y sin hacer el más mínimo ruido la obra ya se ha convertido en postal, de esas que venden en Mateos Gago entre imágenes de la Torre del Oro y de la Plaza de América.
Y ninguno de los habitantes de la zona osa ponerle un pero al dormilón niño, de piel un poco más tostadita de lo que se acostumbra por estos lares (será por el solano o por dar un mensaje de integración). Los que practican skateboard se sienten en su jugo y sólo les falta una banda de rap callejero para creerse en el Bronx, quienes hacen footing pierden la comba de la canción del iPod cuando corren por aquí entre tanto dibujito y los que hunden sus penas en vino tinto miran con embeleso a ver si descubren una botella de Valdepeñas entre el follaje pictórico.
Ahora lo que de verdad les preocupa a Bonim & Cía es que el nuevo equipo que gobierna la ciudad "sea tan sensible como el anterior": "Estamos tranquilos porque a día de hoy una parte de lo que hacemos está muy aceptado y Sevilla se ha convertido en una ciudad pionera en la defensa del muralismo", dice.
Ahí están los inmensos paredones llenos de alegorías del Polígono San Pablo o las tres torres de 60 metros de Emasesa. A falta de que Zoido se pronuncie, Bonim se atreve a recordar que encima de la mesa del consistorio dejaron un plan para continuar rehabilitando espacios. Por ejemplo en el parque que hay frente a Santa Justa o las numerosas casetas de la luz que existen en el barrio de Pino Montano: "Ahora mismo presentan una imagen lamentable, si las encalan y las pintan de blanco llegará un gamberro y arruinará la inversión. En cambio nuestro trabajo se respeta y aunque cada seis años haya que darles unos retoques, a la larga, sale más económico", dice el graffitero echando mano de la calculadora mental y afilando el colmillo comercial. Y si nadie les llama Bonim y los suyos seguirán conquistando paredes en el extranjero y el niño morenito de Plaza de Armas sólo habrá sido una ilusión.
DE UTILIDAD
Qué: El graffiti de mayor tamaño y más visible de Sevilla cubre la fachada trasera de la estación de autobuses Plaza de Armas.
Quién: La idea de este proyecto parte de Microlibre Producciones y el Instituto Municipal de Deportes.
Más información: La obra se realizó entre el 15 y el 28 de diciembre del pasado año. En la zona del skatepark también se realizó un trabajo sobre temas relacionados con el propio medio. Vea un vídeo en la web: http://vimeo.com/23221728
