Cultura

Sevilla, un lienzo por redescubrir

Pedro Tabernero culmina su trilogía pictórica sobre la ciudad. Ha publicado tres volúmenes con 2.000 ilustraciones monumentales sevillanas

el 17 abr 2013 / 22:03 h.

Pabellón de la Santa Sede Pabellón de la Santa Sede El editor Pedro Tabernero ha culminado la ambiciosa enciclopedia pictórica de Sevilla en la que se embarcó hace más de una década, con el objetivo de retratar desde un punto de vista artístico, contemporáneo y alejado de visiones tópicas los enclaves históricos de la ciudad, pero también las estampas más actuales, heredadas de las grandes infraestructuras de 1992. A través de los pinceles de una veintena de artistas, entre los que destacan Pilar Valero, Jesús Rodríguez Vargas, Roberto Sánchez Terreros, Carlos Muñiz o Juan Romero, el volumen Descubriendo Sevilla (editorial Laboratorio de imágenes) cierra la trilogía Desc.Sevilla, iniciada con Descifrando Sevilla y continuada con Describiendo Sevilla. En total, Pedro Tabernero ha inmortalizado la ciudad con más de 2.000 pinturas e ilustraciones, recogidas a lo largo de los cerca de 60 capítulos que incluyen sus tres tomos. “Con la publicación de esta obra doy por terminado este trabajo”, dijo el editor, que subrayó que este último volumen no sólo hace alusión al casco histórico de la ciudad, sino que también se adentra en la Exposición Universal de 1992, mostrando alguno de los pabellones que ya no existen. “Fue un acontecimiento singular del país y pensé que tenía que estar en el libro”, dijo a El Correo de Andalucía Tabernero. De este volumen se han sacado unos mil ejemplares, que pueden adquirirse a un precio de 70 euros en las librerías sevillanas. Consta de 392 páginas a todo color, reproduciendo 700 pinturas realizadas especialmente para esta obra. Velá de Triana Velá de Triana La fuente de inspiración de este trabajo fue Description de l’Egypte, una obra publicada en 1809, por encargo de Napoleón, que realizaron unos 200 artistas que acompañaban a la expedición militar francesa que marchó sobre Egipto en aquella época y que permitió a Europa descubrir esta civilización faraónica. El primero de los tomos se publicó en diciembre de 2010, con el título Descifrando Sevilla. Describiendo Sevilla fue el segundo y se publicó en 2011. En el tomo que se acaba de publicar hay 19 apartados, tales como Semana Santa al detalle, Ventanas, El puerto de Sevilla, Mercados, La Velá, Vidrieras de la Catedral, Expo 92 o Lunas de Sevilla. En ellos se captan iconografías muy clásicas de esta ciudad, tratándolas con una técnica muy contemporánea y colorista, alejada de las clásicas visiones de paisaje hispalense. Las técnicas pictóricas van desde la cera a los lápices color, pasando por las acuarelas, el óleo y gouache. La única directriz dada por Tabernero a los artistas fue la de mostrar pequeñas porciones de la realidad, deconstruyendo monumentos como la Plaza de España o la Torre del Oro, evitando el primer plano completo. “Siempre hemos preferido las aproximaciones insólitas a la realidad”, señaló al respecto cuando publicó su tomo anterior. Cristo de la Sangre Cristo de la Sangre En Descubiendo Sevilla se vuelve a contar con firmas de primer nivel para los textos que acompañan las imágenes. Andrés Amorós, Jacobo Cortines y Ángel Vela aproximan al lector a los temas que se abordan en estas páginas. En la primera parte de esta trilogía fueron Caballero Bonald y Julio de la Rosa los encargados de volcar su análisis sobre Sevilla. En la segunda, el poeta Fernando Ortiz y Miguel García-Posada quienes, con total libertad, regalaron su visión de la capital hispalense. “Se trata de dejar constancia de este importante legado a generaciones venideras con este testimonio gráfico y literario”, subrayó.

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