Local

Sevilla y la Aviación

Cuando terminó la Guerra Civil, Sevilla no volvió a sus comienzos, sino al principio del siglo. No sólo había perdido a miles de sus hijos y un gran patrimonio artístico, también su Edad de Plata.

el 15 sep 2009 / 06:47 h.

Cuando terminó la Guerra Civil, Sevilla no volvió a sus comienzos, sino al principio del siglo. No sólo había perdido a miles de sus hijos y un gran patrimonio artístico, también su Edad de Plata, las décadas en las que intentó ser otra vez grande, trasatlántica, americana de nuevo, el tiempo en el que fue nave capitana de la Aviación. En 1920 nacía Tablada y en 1926 la primera línea aérea internacional, la de Sevilla-Tetuán-Larache; en 1928 el Jesús del Gran Poder intentó volar de aquí a Filipinas, y al año siguiente conseguiría llegar a Bahía (Brasil); 1931 vería realizarse la ruta Sevilla-Bata y 1932 dejaría el luto por la pérdida del Cuatro Vientos en la selva mexicana, tras haber aterrizado en Cuba. Veinte años después nacerían los Saeta.

Para el vuelo americano del Jesús del Gran Poder, Martínez de León y Juan Lafita pintaron su fuselaje con motivos andaluces; así viajó Oselito el bético al Nuevo Mundo después de haber estado literariamente en Rusia. Un diseñador decoró hace años una pizzería de Mairena del Aljarafe con una espléndida maqueta de aquel aeroplano y un gran mural con el trazado de la ruta, pero, seguramente, de sus miles y miles de comensales, pocos habrán sido los que supieran a qué venía aquello: así de perdido anda hoy el recuerdo de aquellas gestas. El bautizo del nuevo A400M debería ser también una buena ocasión para recobrar la memoria.

Antonio Zoido es escritor e historiador

  • 1