Sólo Madrid, dentro del grupo de las cinco capitales de provincia con mayor población, creció con más fuerza que Sevilla. La capital de España sumó 17.105 nuevos empadronamientos hasta alcanzar los 3.273.049 habitantes, lo que supone una variación al alza del 0,53%. Sevilla se consolida de esta forma como la cuarta capital española con mayor número de población, manteniendo las diferencias con su inmediata perseguidora, Zaragoza, que sumando 804 nuevas altas crece hasta los 675.121 habitantes, a un ritmo del 0,12%, ligeramente inferior al de la capital sevillana.
Barcelona y Valencia, segunda y tercera en esta clasificación, experimentaron por contra un decrecimiento de su población, del 0,14% en el caso de la Ciudad Condal, que pasa a tener 1.619.337 habitantes, y más acusado en el caso de la capital che, con una caída del 0,61% y que ahora se queda con 809.267 habitantes.
Sin echar las campanas al vuelo, el delegado de Innovación del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Antonio Martínez Troncoso, valora con "optimismo" la ligera variación al alza de la población, en la que, según aclara, han tenido un mayor peso las campañas de empadronamiento promovidas desde hace dos años que los nacimientos, "en una proporción casi del 60% al 40%". Troncoso valora también positivamente el dato del crecimiento vegetativo de la población (diferencia entre el número de nacimientos y de decesos a lo largo de un año), que ha sido "ligeramente superior", una tendencia "importante si se tiene en cuenta que ese crecimiento ha sido negativo en muchas ciudades de España y de Europa".
El edil de Innovación pronostica para los próximos años un paulatino y ligero crecimiento de la población en la capital, unos números que serán más espectaculares que los de ahora, advierte, "cuando se produzca el despegue económico y cuajen los grandes proyectos económicos que hay pendientes generando empleos directos", caso de la apuesta por la industria turística, la factoría Renault, el polo aeronáutico de EADS-CASA o la consolidación de Cruzcampo.
