A punto de cumplir 30 años desde su fundación, Sex Museum parece poseer el secreto para conservar intactas las energías. Amando mucho la música, disfrutando con los viajes en grupo, teniendo algo que decir, explican. Nos resistimos al fin de la música con grasa y personalidad, a que la gente se quede en su casa viendo una serie en lugar de ir a un concierto a vibrar. Nos gusta la música que te llega al cerebro y te espabila el corazón, las grandes celebraciones de Rock, donde acaba como una fiesta y se te queda cara de tonto durante una semana y nos resisitimos a ser esclavos del mundo que nos imponen. Esa posibilidad volverá a ponerse de manifiesto hoy (22.00) con el concierto que la banda madrileña ofrecerá en la sevillana sala Malandar. En esta cita desgranarán temas de siempre junto a parte del repertorio de su último álbum, Big city lights, que ha sido recibido como una reinvención del grupo, y a la vez de regreso a los orígenes. Hemos aprovechado el momento puro y sucio con el que nos hemos plantado en la ultima gira de Back to the fuzz y hemos hecho unas canciones inspiradas que tienen mucho de toda la esencia de Sex Museum, comenta el cantante Miguel Pardo. Sin referencias, Fernando [Pardo, guitarrista] y yo hemos vuelto a componer juntos, es un disco sólido de un grupo en un buen momento, donde todas las canciones tienen un sentido y una intención. Sobre la cita de esta noche, aseguran que hace mucho que no vamos a Sevilla, tenemos pendiente dar un super concierto a nuestros amigos sevillanos, prometen. Vamos a dar arte a la manera de Sex Museum, cada etapa es distinta, que vengan a fundirse en esta nueva etapa en la que habrá lo mejor de cada época y un paso más de todo lo que hemos hecho hasta ahora. Hay que verlo, que nadie se crea que porque vio a sex Museum hace diez años ya lo ha visto todo, lo nuestro es evolución y siempre vamos a superarnos. Después de haber abierto para gente tan importante como Deep Purple, Metallica, Sonic Youth o Backyard Babies, los artistas afirman que están dispuestos a telonear a cualquiera que nos llevara por todo el mundo en su gira, que no parecieran extraterrestres cuando salen del escenario y con unas buenas condiciones para nosotros. ¡Sería la hostia!, dicen. Por último, ante la pregunta de si los turbios tiempos que corren piden más distorsión que otra cosa, Miguel Pardo se toma su tiempo para reflexionar: Casualmente hacemos un acústico en Granada el día siguiente a Sevilla. Somos muy eléctricos, adoradores del fuzz, los amplis de válvulas, equipo antiguo, saturación natural Creo que los artistas de cada época definen como viven la historia de su momento actual, a mí personalmente esta época me saca muchas cosas de dentro y no me veo para nada reflejada con el rollo introspectivo, ni las letras fáciles coñeras, ni el ukelele, ni una voz angelical. Todo lo contrario. Pero nosotros no lo pedimos, lo damos. Que cada cual viva su vida lo mejor que sepa y aporte su granito de arena para hacer de este mundo un lugar mejor.
