Aunque trabajar desde casa es conveniente, a veces vale la pena ir a la oficina. Eso es lo que Sheryl Crow descubrió cuando cambió el estudio de su casa en Nashville por uno en Los Ángeles para grabar su más reciente álbum, 100 miles from Memphis, que acaba de salir a la venta en nuestro país. La nueva ubicación permitió que varios amigos famosos pasaran por ahí, incluido Justin Timberlake.
“Lo arrastré al estudio y le dije: ‘Quiero que oigas algo’”, relató la cantante. Le mostró su versión de Sign your name, de Terence Trent D’Arby, con un sonido folk.
“Me miró y me dijo, ‘Tú sabes que soy de Memphis, sé de esto’. Entró y cantó”, dijo la intérprete norteamericana.
El disco incluye la participación de invitados como Keith Richards y Citizen Cope. Pero la estrella del álbum es el sonido de Memphis, una mezcla de folk, rock, soul y country que influyó en la cantautora de 48 años durante su infancia en Kennett, Missouri, que, como dice el título de la producción, queda a 100 millas de distancia (160 kilómetros).
La cantante indica que en su anterior disco Detours ahondó en la política y las penas personales, y que ahora en 100 miles from Memphis aborda temas más ligeros, reflejo de su situación actual. “Tu vida siempre influye en tu propuesta artística, y en el último disco sentí una verdadera necesidad de abordar los temas que presenté. Ahora tengo dos hijos, y aunque estoy profundamente conectada emocionalmente con lo que ocurre en la política, lo que pasa en este país y lo que sucede a nivel ambiental, creo que mi corazón estaba en un lugar en el que quería simplemente ser emocional y vulnerable”.
Crow comenta que aunque su material discografáfico Detours no se vendió como esperaba, se encuentra satisfecha con la producción. “No me siento sofocada porque voy a hacer el tipo de disco que quiero sólo porque es una extensión de quien soy. Sería difícil ponerle parámetros a eso. Todavía creo en ese álbum. Creo en Detours y creo que tendrá longevidad, definitivamente será una foto instantánea del momento en que vivíamos”.
Sheryl Crow en fechas recientes decidió incrementar su familia con la adopción de un niño, de quien dice ha cambiado hasta cierto punto su vida. “Tener un hijo es como tener uno, tener dos es como tener 20. Pero como dije, es el doble de amor. Sólo crece y crece. Mi hijo está realmente feliz de tener un hermanito”.
En otro orden de cosas, Crow señala que la experiencia que vivió con el cáncer de pecho que padeció fue un lección de que en realidad no se puede controlar todo. “Para mí fue un gran recordatorio primero de quién soy y me ordenó hacer una gran evaluación de mi vida y de cómo quería que fuera desde ese momento en adelante, y me dio la oportunidad de reflexionar sobre cómo llegué a donde estaba. Y sólo el hecho de decir no... era un verdadero reto para mí, y ahora veo mi vida y sólo puedo decir que hacer planes para mí no es algo realista. Se trata de estar inspirada y ser auténtica”.
