Cultura

"Si ahora sale alguien cantando contra Rajoy o Susana Díaz, lo echan a palos"

El crítico flamenco Manuel Bohórquez se descubre como espléndido letrista con ‘El esquimo’, una recopilación de soleás y fandangos que ha ido publicando día a día en las redes sociales.

el 25 jun 2014 / 00:18 h.

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Manuel Bohórquez, un crítico flamenco que demuestra desenvolverse con toda comodidad como letrista. / Jesús Barrera Manuel Bohórquez, un crítico flamenco que demuestra desenvolverse con toda comodidad como letrista. / Jesús Barrera Aunque lleva publicados nueve libros de divulgación flamenca, Manuel Bohórquez (Arahal, 1958) no oculta el entusiasmo que le produce su última criatura: El esquimo, recién publicado por CulBuks, recopila las mejores letras de cuantas ha ido publicando en los últimos años en las redes sociales. «Empecé colgando todas las noches en twitter una soleá, porque los fandangos no cabían», recuerda. «Vi que a la gente le gustaba, lo retuiteaban mucho y hasta me decían que no se iban a dormir hasta que no subía la letra del día. Cuando tuve 200 o 300, me decidí a reunir las mejores en un libro». Conocido sobre todo como crítico de El Correo de Andalucía, la vocación letrista de Bohórquez viene, no obstante, de largo. Su primer poema se lo dedicó con 18 años a Antonio Mairena, quien reconoció el talento incipiente y le preguntó si no escribía también letras. Entonces le mostró una soleá que había hecho para él. «Entonces me dijo: ‘pero esto lo has hecho tú cantando, ¿verdad?’», evoca el autor. «Hay gente que escribe muy bien, desde García Barbeito a José Luis Rodríguez Ojeda... Pero echo en falta más letras de cante escritas por gente que cante, o con alma de cantaor». La soledad, el amor y el desamor, el tema de la madre («si yo fuera cantaor, sería como El Carbonerillo, que le cantaba siempre a la suya», dice), el campo, los olivos, son algunos de los temas recurrentes de estas piezas, que han tenido un insólito eco entre los aficionados: «El Pele y otra mucha gente cantan algunas de estas letras, y eso es lo mejor que le puede pasar a alguien que escribe. Pero también me he encontrado casos extraordinarios, como el hijo de una mujer fallecida, que me pedía permiso para grabar una soleá mía en la lápida: Nunca digas que fue un sueño/ las almendras que pelamos/ a la sombra del almendro. Con esta edición me he gastado el dinero que no tengo como homenaje a esa gente que ha disfrutado y difundido mis letras». También hay letras con trasfondo social y político, aunque Bohórquez cree que «el flamenco ya no mueve conciencias como en los tiempos de José Menese o Manuel Gerena. Ahora sale un tío cantando contra Rajoy o Susana Díaz, y lo echan a palos. ¿Por qué? Porque ya no es prohibido. Gerena se acabó cuando murió Franco y le dijeron: ya puedes cantar lo que te dé la gana», agrega. El volumen está dedicado al recientemente fallecido Félix Grande –a cuya memoria escribe también Bohórquez un poema– y lleva por título la palabra con que se designa en Arahal a la floración del olivo. «Siempre dije que esquimo es un nombre muy bonito, y que si escribía un libro como este, lo titularía así», comenta el autor. «No me gusta ninguno de mis libros anteriores, no he querido reeditar ninguno, pero este sí. Quizá porque cada letra tiene su cosa, su historia detrás». Cabe recordar que la presentación de El esquimo tendrá lugar el próximo miércoles, día 2, en la Casa de la Memoria (c/ Cuna), a las 22.00 horas, y contará con la actuación en vivo de Fernando Caballos y Ana Ramírez La Yiya al cante, las guitarras de Samuel Gutiérrez y Antonio García hijo, y Francisco Robles como maestro de ceremonias. Por otra parte, Bohórquez reitera su intención de seguir escribiendo y colgando letras a diario, «aunque me gustaría ampliar a otros palos, como bulerías, tangos o garrotín», dice. Su próximo libro –que saldrá a la luz después de la Bienal– será sin embargo muy distinto: «Llevará por título El niño que hablaba con los olivos, y serán relatos ambientados en Palomares, donde me crié», anuncia.

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