Seis años al frente de la ONU han dado a Kofi Annan suficiente perspectiva para saber que ningún gobierno, por muy poderoso que sea, puede solucionar nada solo. En la era de la colaboración, la presión de la sociedad civil o la experiencia de la empresa privada son útiles en la vía de la justicia social.
El ex secretario general de Naciones Unidas y actual presidente del Foro Humanitario Global fue clausuró el viernes el II Encuentro Sociedad del Conocimiento y Ciudadanía (Encode), celebrado en Málaga, insistiendo en la idea clave del mismo: que los individuos tienen el poder de cambiar las cosas, aunque a veces no sean conscientes de ello o se infravalore ese poder.
Convencido de que "nuestra generación cuenta con recursos y medios para erradicar la pobreza" pero cuestionándose si "tenemos la voluntad para hacerlo", en un foro dedicado a la innovación, y a preguntas de los asistentes, Annan reconoció que el conocimiento, la tecnología y la ciencia "facilitan las cosas, porque han hecho el mundo más pequeño y es más fácil intercambiar información y cooperar".
En este sentido, desde su experiencia como negociador con los laboratorios farmacéuticos para compatibilizar su derecho a la propiedad intelectual con el de los más pobres a tener los medicamentos más baratos, Annan tampoco despreció la experiencia de la iniciativa privada. "Si en cualquier pueblo del mundo encontramos una botella de Coca-Cola, ¿cómo no vamos a poder llevar una vacuna?", afirmó para ejemplificar que cuando el sector privado, las ONG y los gobiernos aúnan esfuerzos, hay más posibilidades de lograr avances y que cada sector aporta algo.
Precisamente, lograr la implicación de las empresas es la idea del Pacto Mundial promovido por Annan en 1999, acogido "con entusiasmo" por las empresas y sus empleados.
Objetivos del milenio. En 2000 se definieron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (desde la erradicación de la pobreza a la lucha contra el SIDA y la sostenibilidad ambiental) con 2015 como plazo para lograrlos. Sin caer en un optimismo infantil -"objetivamente no puedo argumentar que el mundo sea hoy mejor", dijo- sí cree que "las cosas han mejorado algo" y aunque sea una tarea interminable, al menos tenemos un incentivo para seguir.
Annan fue presentado por el presidente de la Junta, Manuel Chaves (al que el ponente se ocupó de diferenciar "del otro señor Chávez"), quien le ofreció la colaboración de Andalucía y vinculó su proyecto a la alianza de civilizaciones impulsada por España y Turquía.