El entrenador del Sevilla, Manolo Jiménez, comentó que si el conjunto nervionense no gana al Partizán de Belgrado la clasificación para la próxima fase de la Copa de la UEFA "se pondrá dificilísima".
Y es que el Sevilla marcha penúltimo de su grupo, con tres puntos, superado por Stuttgart y Sampdoria, con cuatro, y por el Standard de Lieja, líder, con seis puntos en su casillero. Por lo tanto, la visita de los balcánicos tiene visos de ser una especie de final para los sevillistas, como bien sabe su técnico.
"De no ganar, la clasificación se pondría dificilísima. Ya sabíamos que era un grupo fuerte e igualado y, con seis puntos sería la segunda vez en la historia, con el actual formato, que un equipo no se clasificase. Hay que ganar y a ver qué pasa en el último partido, contra la Sampdoria", precisó.
De todos modos, el de Arahal no quiere meter una presión anticipada a sus pupilos. "Obligación de ganar la tiene siempre el equipo, otra cosa es que se gane o no, pero hay rivales enfrente. La obligación de ganar no tiene que crear ninguna ansiedad", advirtió.
Sin embargo, la rueda de prensa del preparador estuvo dominada por el golpe que ha supuesto para el Sevilla el 0-3 encajado, el pasado sábado, ante el Barcelona en Liga. Y Jiménez no parece dispuesto a admitir que este partido sea calificado con adjetivos negativos.
"Que si fue un desencanto y una decepción... Bueno, si analizamos el primer tiempo nos tiene que dar pie a pensar que fuimos el único equipo capaz de frenar al Barcelona, cuando el Barcelona se siente importante dentro, sobre todo con los jugadores que tenía, porque era el Barcelona con Messi. Aunque en el segundo tiempo fue un desencanto total. Pero perder ante el Partizan sí que sería un tropiezo grandísimo", matizó.
En consecuencia, Jiménez insiste en su idea, de que lo que realmente necesita el Sevilla en estos instantes es centrarse en la UEFA. "Me preocupa el partido contra el Partizan y perder ante el Barcelona no es lo que pensábamos, pero ahí está. El del Partizán sí que es un partido importante para el sevillismo, que tiene la oportunidad de disfrutar un año más con su equipo en competición europea", sentenció.
Y, con estas premisas, el entrenador parece decidido a apostar por una formación inicial sin demasiados cambios. "Hay que contar con futbolistas que están con el ritmo suficiente para encarar todo lo que queremos jugar. Es un partido donde no podemos sacar experimentos, sino un equipo competitivo, porque tenemos la necesidad de ganar, aunque es evidente que hay jugadores desgastados del sábado, y tenemos otro partido importante el sábado, ante el Madrid. Pero saldrá un once competitivo", remachó.
Paralelamente, Jiménez admitió que no maneja demasiados datos sobre el adversario que deberá encarar el Sevilla. "No conozco muchísimo al Partizán. Sé que va líder destacado de su liga y todos sabemos que no es como la la liga española, pero hay que respetar a un líder de una liga europea. No sé si --dijo a los periodistas- entiendo que tenemos que meterle cinco goles en la primera media hora. Debemos intentar ganar y, si es dando espectáculo, mejor".
Sin embargo, y como quiera que los informadores le cuestionaron si el Sevilla no se está mostrando demasiado defensivo, Jiménez no dudó en responder de manera directa. "Yo soy muy defensivo porque alineo a Kanouté, Jesús Navas, Luis Fabiano y Adriano contra el Barcelona --ironizó--. El equipo del Sevilla es ofensivo y fue el año pasado de los más goleadores del a Liga con Manolo Jiménez, aunque este año no hemos encontrado aún el equilibrio de los pocos goles encajados con los que realizamos", reconoció.
De hecho, Jiménez cree que si la escuadra blanquirroja no termina de ver puerta es tan sólo una cuestión de rachas y tampoco pasa la solución por adelantar la línea de presión.. "Que jugadores de la calidad de Freddy Kanouté y Luis Fabiano fallen goles no es normal, pero es que son humanos y, tarde o temprano, tienen que acertar. Soy de los que piensan que no por jugar con muchos delanteros se es más ofensivo, pero si presionamos más adelante, a quién le presionamos, al portero", volvió a preguntar.
