"Si no hay alternancia no es por los andaluces. El problema es del PP"

ENTREVISTA. Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente del PP andaluz. "Quiero ofrecer un partido más centrado, bastante más permeable y con una marca ‘made in’ Andalucía".

el 15 mar 2014 / 23:50 h.

El nuevo presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla El nuevo presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla. / José Luis Montero Por Mónica Ureta e Isabel Morillo En la calle un chico joven con rastas le sonríe: “Es el candidato”. A Juan Manuel Moreno Bonilla (Málaga, 1973) le hace ilusión. Cuando quiere remarcar algo repite la misma palabra tres veces, aunque ahora intenta evitar esa muletilla porque es muy de Javier Arenas. El flamante presidente del PP andaluz asegura que va a centrar y modernizar al partido y que ofrece otra cosa. Es joven y está menos encorsetado políticamente. Admite que solo va a misa en bodas, bautizos y comuniones y que le gustaría que sus hijos fueran a colegios concertados. De verdad, dice, que pone lavadoras y hace tareas en casa. Espera su tercer niño y admite que el currículum verdaderamente brillante en su casa es el de su mujer. Pide una oportunidad. El lunes se reunió  con la presidenta de la Junta. ¿Se sintió cómodo? Me sentí bien. Hubo cordialidad y simpatía y eso es de agradecer. En la rueda de prensa se le vio descolocado en algunos asuntos, como el de publicar su declaración de la renta. ¿No sabe que el PSOE lleva meses con este tema? ¿Va a presentar su IRPF y el de su mujer? No es que me pillara de improviso, pero no tengo por qué atender a la agenda que me quiera marcar el PSOE. No voy a estar a los dictados de un partido al que llevamos décadas exigiendo transparencia y que el jueves se negó en el Parlamento a que haya una comisión de investigación sobre temas preocupantes. Yo tengo la voluntad de presentar mi declaración de la renta y lo haré en tiempo y forma. Me sorprendió porque en Madrid nunca me la habían pedido. Tengo un sueldo reglado y público. Están los sobresueldos de su partido que usted dice haber declarado. Siempre he declarado toda la actividad económica, todos mis ingresos. ¿Cuándo cobró los sobresueldos? No son sobresueldos. Son complementos en función de una responsabilidad política y que sirven, por ejemplo, si tienes que alquilarte una casa en Madrid porque no eres de allí. Son para los políticos que tienen una dedicación exclusiva a la dirección nacional. Yo jamás he recibido un sobre ni nada que no estuviera en el marco legal. Los complementos los recibí desde que tuve responsabilidad orgánica en Génova, no sé, desde 2002, 2003… o 2006, la verdad es que no me acuerdo. Sinceramente no es un dato que tenga claro pero todo ha sido legal y se ha declarado a Hacienda. Usted quiere cerrar un gran pacto con el PSOE pero sin IU. ¿Es consciente de que IU gobierna Andalucía y de que tiene 12 diputados? Soy consciente de que quien manda en el PSOE es Izquierda Unida. Es evidente que el PSOE tiene que pedirle permiso a IU para sentarse a negociar con el PP y que no puede ir ni a la vuelta de la esquina sin la autorización de IU. Yo siempre he querido un diálogo lo más franco, sincero y efectivo posible entre la primera y segunda fuerza política porque son las únicas que, hoy por hoy, pueden gobernar Andalucía. Pero si el Partido Socialista está claramente condicionado por IU, no puede dejar atrás a IU y son parte de un todo, el PP no tiene ningún problema en negociar con IU. ¿Pero tiene manos libres o es rehén del ala más dura del partido? Yo no soy rehén de nadie. A mí me han elegido en un congreso con un 98% y tengo toda la legitimidad y fortaleza para tomar decisiones, que intento siempre que sean colegiadas. Solo tengo que darle explicaciones a las bases de mi partido y al presidente nacional de mi partido. Hablemos de la sucesión del PP andaluz. ¿Por qué Rajoy no lo designó hace ocho meses, cuando se produjo el relevo en la Junta? Da la sensación de que a usted le dieron un empujón ‘in extremis’ y lo lanzaron. El PP andaluz ha estado en el debate interno excesivo tiempo. Yo decido a finales de enero, en vísperas de la convención nacional del PP, tras una cena con mi mujer y después de siete llamadas a dirigentes políticos de Andalucía, que tengo ganas, que creo que lo puedo hacer bien y que tengo posibilidades. Una vez que lo decido tengo un obstáculo: que soy secretario de Estado. Quiero ser presidente del PP andaluz, a menos que genere algún condicionamiento en el Gobierno y así lo traslado al vicesecretario de Organización del PP. A pesar de haber tenido oportunidades directas de hablar con el presidente, considero no hacerlo para evitar el dedazo, y traslado que estoy dispuesto, que tengo ganas e ilusión, de ahí la famosa frase del presidente de ‘tú lo has querido’. A partir de ahí no tengo respuesta y pienso que esa callada puede ser un no, hasta que el 11 de febrero me llama el vicesecretario de Organización y me dice que por parte del presidente del Gobierno no hay problema. ¿Le hubiera gustado un rival? El presidente del Gobierno casi hizo una invitación para que hubiera más candidatos. Hablando con Núñez Feijóo y José Ramón Bauzá, que son buenos amigos, me decían que yo podía ganar a cualquier candidato y que, si había dos, iba a quitarme la presión del dedazo. Hubo un momento que, cuando me acuesto, hago mis cálculos electorales y pienso que si hay otro candidato igual es un revulsivo para el PP y para mí. Me fui preparado mentalmente para una segunda candidatura pero no fue así. ¿Entre esas siete llamadas telefoneó a Javier Arenas? No. No necesito su autorización. 15588205 Juan Manuel Moreno Bonilla. / José Luis Montero Pero ha quedado en evidencia un momento de tensión interna en la sucesión. ¿Todavía hay heridas? Queda en evidencia que en el PP hay pluralidad. Heridas habría si salgo con el 70% de los votos y hay una provincia que claramente se me ha posicionado en contra. Pero cuando mi número tres es de la estructura de Sevilla y cuando salgo con el 98,5% de los votos, ¿dónde están las heridas? Lo que sí se encontró es un partido abatido, desmoralizado. El partido está bien, afortunadamente; está engrasado y así se lo he reconocido tanto a José Luis [Sanz] como a Juan Ignacio [Zoido]. Ahora, la militancia estaba cansada del debate interno, agotada, aburrida. Las bases necesitaban una referencia política. En los últimos ocho meses, cuando Juan Ignacio [Zoido] dice nítidamente que su prioridad es Sevilla, se produce una interinidad en el partido y ese proceso de transición a la gente le ha aburrido. Noté es que la gente decía ‘¡uf, ya era hora, y encima es simpático!’. ¿Qué opina cuando dicen que es usted una copia de Arenas? No me molesta pero es cansino. Es cuestión de tiempo. La gente asumirá que soy el presidente y nadie me hará esa comparación. Ya he dicho por activa y por pasiva que Javier Arenas es una figura absolutamente emblemática en el PP andaluz. No hay nadie que no haya sido de su escuela. Estoy convencido de que este es un debate estéril y en unos meses se agotará. Y dentro de unos meses nadie le dirá que es un bluff político, un producto de marketing… ¿Eso dicen de mí? No lo sabía, curioso. No me preocupa en absoluto. El tiempo pondrá a cada uno en su sitio. Se cumplen dos años de las elecciones autonómicas. ¿Qué falló para que el PP no lograra la mayoría absoluta? ¿Hace usted autocrítica después de 30 años en la oposición? Claro que hago autocrítica. Los responsables de que en Andalucía no haya habido alternancia no son los andaluces, el problema es del PP. El Partido Popular no ha sido capaz de articular una alternativa suficientemente mayoritaria como para gobernar en Andalucía. Esa responsabilidad es exclusivamente nuestra. Es verdad que tenemos una batalla desigual. Frente a la señora [Susana] Díaz, que tiene una corte y un ejército de asesores, coordinadores, instituciones…, yo tengo lo que tengo y me tengo que enfrentar a un poder establecido durante 30 años, con unas hondas raíces en la propia estructura institucional y política en Andalucía y que tengo que intentar cambiar. Eso no es fácil. ¿Tocó techo el PP andaluz el 25 de marzo de 2012? Tenemos margen para mejorar. En las clases medias urbanas y en las grandes ciudades el PP ha entrado, ha convencido, pero en los ámbitos rurales y del interior nuestro discurso no ha convencido. Ahí tenemos que hacer el esfuerzo de ser más permeables, escuchar sus deseos, cambiar estilos, discursos, para que crean en nosotros. Solo pido una oportunidad para demostrar que Andalucía, con otro gobierno y con otras políticas, puede tener muchas más oportunidades y más progreso. Pido una oportunidad legítima y razonable en términos democráticos después de 32 años. Para que le den esa oportunidad, usted ¿qué ofrece diferente? Cambiaría radicalmente todo si el partido viniera de unas elecciones en las que se hubiera pegado una leche como un piano, pero el PP viene de ganar las elecciones por primera vez. Hay cosas en las que se ha acertado y hay que seguir avanzando en esos aciertos. La política de cercanía, de proximidad geográfica que hizo Javier [Arenas], de estar en todos los sitios, ha sido claramente positiva. ¿Qué me gustaría a mí mejorar? Quiero ofrecer un partido más centrado, bastante más permeable, con una marca made in Andalucía; un partido hecho en Andalucía y por andaluces. Tenemos que ensanchar la base social del PP. Esas son las puertas que intentaré abrir para llegar a gente a la que hasta ahora no hemos podido llegar. Y para ese PP made in Andalucía, ¿le dirá a los dirigentes nacionales de su partido que no hagan declaraciones que el PSOE utiliza para decir que denigran a los andaluces? Hay que diferenciar. Cualquier dirigente político que ataque a Andalucía me va a tener enfrente, sea de mi partido o no. Lo que no puedo aceptar es que el PSOE no quiera que su gestión política de 32 años se cuestione. El uso maniqueo que hacen los dirigentes socialistas está fuera de lugar y no es creíble. Lo que daña a Andalucía es vincularla al socialismo andaluz, a la corrupción de los socialistas, a los datos negativos que ha generado el PSOE. Aquí hay libertad para hablar o qué hacemos, ¿cuándo se cuestione al Gobierno de Rajoy sacamos la bandera de España y decimos que se está dañando a la patria? Está convencido de que las elecciones serán en otoño, ¿y si no? Estoy convencido. Me tengo que preparar y preparar a los míos. Estoy absolutamente convencido de que no llegamos a marzo de 2016. El Gobierno andaluz ha perdido el pulso. La señora Díaz no tiene ni una iniciativa reformista, solo hay iniciativa política por parte de IU, por los desahucios o la memoria histórica. La señora Díaz es prisionera de IU y de su propia herencia. Tiene unas inercias de 32 años de pésima gestión que ha sido incapaz de remover. Tiene la misma estructura política en la Junta y eso le impide hacer renovación. Es un lastre y ella lo sabe. El PSOE ha perdido dos puntos según todas las encuestas pese al efecto Díaz. Además ella tiene ambiciones superiores a Andalucía. Tiene anhelo, deseo, tentación de dirigir el PSOE, desde la sombra o directamente. ¿Y qué fechas baraja? Habrá elecciones en Andalucía este otoño o con las generales. Si fueran con las generales, ¿cree que la gestión del Gobierno de Rajoy y los recortes le perjudicarían? No. Queda año y medio y en este tiempo estoy convencido de que mejoraremos. Ya hemos salido de la crisis aunque todavía no ha llegado a los ciudadanos, pero llegará. Esa recuperación va a ser un motor electoral y el PSOE intentará meterse en las elecciones generales para patrimonializar ese discurso y sobre todo para que no haya un debate sobre Andalucía. Y si va con las generales, estoy convencido de que puedo ganar. El PSOE está muy gastado en Andalucía como marca, como proyecto… Primero vendrán las municipales. ¿Cambiará a los alcaldes de Huelva, Málaga y Granada? Tengo que iniciar conversaciones con los presidentes provinciales y con los alcaldes, pero mi intención previa es que los ocho alcaldes repitan porque las encuestas nos dan que mantenemos las capitales y somos los que mejor cartel electoral tenemos. Puro cálculo electoral. ¿No es contradictorio con su mensaje de cambio y renovación? La renovación es experiencia y juventud. Si una persona funciona, la mantienes. Dijo que «actualmente» no va a pedir la dimisión de Díaz por los ERE. A los pocos días, su portavoz parlamentario aseguró, tras la fianza a Magdalena Álvarez, que el caso ERE le quitará la presidencia de la Junta. ¿En qué quedamos? Se la quitará porque electoral y políticamente esto es insostenible. Sobre una persona [Magdalena Álvarez] que ha llevado la contabilidad de la Junta durante una década hay indicios reales de delito y esta señora fue sustituida por el señor Griñán, que fue quien pone en el cargo a la señora Díaz. Aquí hay una maquinaria de irregularidades permanentes. No es un hecho aislado sino un entramado administrativo en Andalucía donde se pervierten permanentemente los fondos y hay irregularidades y corrupción. Alguna explicación tendrá que dar la señora Díaz. Me sorprende que después de lo de Magdalena Álvarez todavía no haya dicho esta boca es mía. La jueza Mercedes Alaya está haciendo una instrucción muy polémica, muy personalista, según el PSOE, muy política. ¿Qué opina? Que hay que respetar a los jueces cuando te va bien y cuando te va mal. La presión a la que el PSOE está sometiendo a la jueza Alaya está fuera de lugar en el siglo XXI en un país de la Unión Europea. Es insostenible. ¿No es lo mismo que lo que hace el PP con el juez Ruz por Gürtel? Cuando quiera lo comparamos. Coja declaraciones del consejero andaluz de Justicia y del consejero de Justicia de Madrid, por ejemplo. ¿Toda la trama que está aflorando de Gürtel en Andalucía es falsa? No he visto absolutamente nada. Las personas que supuestamente dicen que están implicadas han dado explicaciones, han tomado decisiones judiciales contra esas acusaciones y ahí estamos. Que la justicia actúe y que actúe con prontitud. Hemos oído a la presidenta decir que le avergüenza el caso de los ERE. ¿A usted le avergüenza el Gürtel? Sí, bastante. Me avergonzó muchísimo ver muchas cosas del caso Gürtel, sobre todo lo que tenía que ver con el entramado con la gerencia del PP.

  • 1