Tras dos mandatos al frente de Utrera (el primero, con mayoría simple; y el segundo, con absoluta), el Partido Andalucista inicia su tercer cuatrienio, en coalición con el PP. Lo hace pese a no haber sido la fuerza más votada en las elecciones del 22-M.
-De tener la mayoría absoluta, el PA ha pasado a perder las elecciones. ¿Cuál cree que ha sido la causa por la que el PSOE les ha derrotado en los comicios?
-No creo que haya una única causa, sino la suma de varios factores. El primero de ellos es que todos los alcaldes que llevamos cierto tiempo gobernando hemos pagado un precio por la crisis. Otro factor tiene que ver con la diferencia territorial que existe en Utrera ya que, mientras el PA sigue ganando en la Utrera urbana, el PSOE saca una diferencia abismal en las pedanías. Como tercera causa está la propia campaña electoral, en la cual el PA no ha prometido nada que no pueda cumplir, porque no es honrado prometer que al día siguiente se iban a resolver los problemas, como sí ha hecho el PSOE, prometiendo puestos de trabajo y pisos. Por último, estaba todo el mundo tan seguro de que el PA iba a ganar, que muchos de nuestros simpatizantes se relajaron y no fueron a votar.
-Desde el 22 de mayo, ¿se ha planteado tirar la toalla en algún momento?
-Nunca se me ha pasado por la cabeza. Se puede pensar de todo, pero nunca me he planteado esa opción porque pienso, independientemente de los resultados, que la gestión del PA ha sido muy buena, y nuestro compromiso es seguir trabajando por Utrera como hemos venido haciendo.
-Habla de buena gestión, pero los resultados no parecen haberle respaldado...
-Pensábamos que los resultados iban a ser mejores. Lógicamente ha habido momentos no muy buenos, pero han sido pocos. El resultado electoral es contundente y hay que saber leer lo que ha querido decir la ciudadanía y analizar los errores cometidos al no haber logrado movilizar a los ciudadanos. El voto del PSOE es muy estable, y apenas se ha movido desde 2003; mientras que el voto no-PSOE se ha fragmentado entre el PA, PP y UPD. Si el ambiente en la campaña hubiese sido más intenso, quizás los resultados se habrían polarizado más.
-Finalmente, el PA alcanzó un pacto con el PP y mantiene la Alcaldía. El acuerdo tardó en llegar, quizás porque los intereses estaban alejados. ¿No teme que las diferencias se hagan visibles durante el mandato?
-Va a ser un mandato de entendimiento, sin ninguna duda. El objetivo del pacto PA-PP es trabajar por y para Utrera, para intentar reactivar la economía municipal, hasta donde un Ayuntamiento tiene competencias. En el documento que firmaron PA y PP se establecen unas pautas y compromisos para llevar a cabo. En esto coincidimos en buena medida.
-¿Cuáles son los principales proyectos que se plantean para este nuevo mandato?
-El desarrollo del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), la puesta a disposición de nuevos suelos industriales, la implantación de una gran instalación de energía termosolar... Además, habrá que completar proyectos como el parque del V Centenario, la piscina cubierta, el museo de la ciudad, la recuperación del castillo y el avance del centro logístico, entre otros.
-¿Qué programa de gobierno desarrollarán? ¿El andalucista o el popular?
-Va a ser un programa de gobierno donde tendrán cabida aspectos planteados por ambas formaciones. Se recogen proyectos para el desarrollo desde el ámbito local, pero también cuestiones a abordar con otras administraciones. Es el caso de mantener el recurso frente a la anunciada modificación del trazado de la N-IV, reclamar la oficina permanente del DNI, la ejecución de la Variante Este, la financiación del desvío del arroyo Calzas Anchas, la regularización de la barriada El Tinte, la construcción de las viviendas para jóvenes en Los Ruedos de Consolación, el arreglo de la red secundaria de carreteras, la retirada del recurso de la Junta de Andalucía contra el polígono de Guadalema de los Quintero, y el inicio de las acciones para el arreglo de la Casa Surga , llegando a plantear incluso la salida de Utrera del Consorcio de Aguas del Huesna.
-En este mandato compatibilizará el trabajo de alcalde con el de profesor en la universidad. La oposición le acusa de no estar al 100% dedicado a Utrera y le recuerda que en 2003, cuando hizo lo mismo, tuvo que dar marcha atrás. ¿Ocurrirá lo mismo?
-No, porque el escenario es distinto. Hoy en día, con la experiencia de ocho años de gobierno y con una situación económica muy apurada, creo que la decisión es buena para el Ayuntamiento y para mí a nivel personal. En estos años no he perdido la relación con la universidad, por lo menos en cuestiones de investigación, y he seguido publicando y vinculado a la universidad. En cuanto a la crítica de la oposición, lo lógico sería que esperaran un tiempo y no pusieran el parche antes de que saliera la herida.
-El argumento para tomar esta medida ha sido el económico, para liberar al Ayuntamiento del coste de su sueldo. Sin embargo, de nuevo la oposición le acusa de que percibirá unas dietas de 40.800 euros por participar en los plenos y en los órganos colegiados...
-Yo he mostrado públicamente mi declaración de la renta y mi patrimonio, e invito a que el resto también lo haga. No estoy en política para enriquecerme, sino para hacer cosas por mi pueblo. Por eso, pido a la oposición que deje ese discurso tan tremendista y que muestre lo que ganan ahora en sus distintas profesiones... y el año que viene nos veremos las caras para ver cuáles son sus ingresos. Evidentemente tengo unas asignaciones como alcalde de Utrera, pero el Ayuntamiento se ahorra el dinero de la Seguridad Social, y habrá que ver a final de año cuáles son las dietas que cobraré. Además, no hay que olvidar que la oposición también va a cobrar sus correspondientes dietas.
-¿Dejar la dedicación exclusiva como alcalde es el primer paso para abandonar la política?
-Eso se planteará cuando llegue su momento. Yo el día de mañana pretendo jubilarme en la universidad, pero no me pongo ninguna fecha tope en la política.