La viuda de Carrasco, Marian Romero, y sus hijas, Sandra y Ainara, portaron la pancarta de la marcha, en la que podía leerse el lema "Por la libertad, ETA no", y junto a ellas caminaban representantes de todos los grupos municipales de Mondragón, excepto ANV, pese a que sus ediles, incluida la alcaldesa, Inocencia Galparsoro, habían retomado sus cargos, después de que abandonaran sus responsabilidades durante los dos días de luto decretados por el asesinato de Isaías Carrasco.
Tras finalizar la marcha, el secretario general del PSE-EE, Patxi López, emplazó a los vascos a defender "la libertad y la democracia contra viento y marea", frente "a los voceros siniestros de la muerte" y a quienes "apoyan sus crímenes horrendos". En la manifestación, que partió a las 18.50 horas, diez minutos antes de lo previsto, participaron también representantes institucionales del País Vasco y del Estado así como representantes de los diferentes partidos políticos.
Horas antes, decenas de miles de ciudadanos se habían concentrado en silencio ante los ayuntamientos de toda España para condenar el crimen de ETA. Durante las concentraciones, convocadas por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para no interferir el sábado en la jornada de reflexión, se guardaron cinco minutos de silencio en señal de duelo y en repulsa de la violencia de ETA.
Más de un centenar de personas se concentró ante el Ayuntamiento valenciano, mientras que otro medio centenar lo hacía a las puertas de la sede de la Delegación del Gobierno, con la vicepresidenta primera del Ejecutivo en funciones, María Teresa Fernández de la Vega, a la cabeza. En Madrid, unas 300 personas se concentraron en la plaza de Cibeles, frente a la sede del consistorio de la capital. El acto fue encabezado por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y los portavoces de los grupos municipales. También los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia, interrumpieron su visita al salón Alimentaria, que inauguraron ayer en Barcelona, para sumarse a la convocatoria silenciosa.
En la capital catalana otras 200 personas guardaban cinco minutos de silencio frente a las sedes del Ayuntamiento y de la Generalitat.
Miles de andaluces también secundaron la movilización. En Sevilla, unas 300 personas y representantes de los grupos políticos de la Diputación de Sevilla y su colectivo de trabajadores han secundado el llamamiento de la FEMP. El acto concluyó con un aplauso en su memoria ante el Ayuntamiento.
