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Silencio: se pega

Hoy se celebra el día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, recuerdo del asesinato en Republica Dominicana de tres hermanas activistas políticas y conciencia colectiva...

el 15 sep 2009 / 18:51 h.

Hoy se celebra el día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, recuerdo del asesinato en Republica Dominicana de tres hermanas activistas políticas y conciencia colectiva del padecimiento silencioso de muchas mujeres a manos de sus parejas, vicio de peligro ascendente de un grito del que se hacen eco los periódicos de manera demasiado habitual.

Las voces del hombre reverberan entre las paredes del patio de vecinos, invariablemente a la hora de comer o de cenar. Delante de los platos él le recrimina que no vale para nada, que no se cuida. No son insultos, es el flechazo inmisericorde contra quien un día ya lejano lo dejó todo para dedicarse a él, la ilusión de su vida.

Ese hoy se repite todos los días, todos los "hoy" de su vida. Sólo descansa los fines de semana, los domingos, cuando llegan los hijos y los nietos. Y ella calla y prepara la comida. Un día a la semana los gritos son de sus nietos, cariñosos y juguetones con los magníficos regalos con que su abuelo les sorprende. Ella calla y come. Y mira a sus nietos con la añoranza de una vida que se le va escapando a gritos ahogados, por los insultos de la boca de su marido.

Tantas veces repetido, el grito ya solo hace mella en su mirada perdida. No tiene dinero, todo lo administra él. Él hace la compra. Él decide los juguetes con los que juegan sus nietos. Él manda, sobre todo callar. Manda callar e impone no vivir.

En la reverberación ruidosa del patio de vecinos sólo se hace espeso el silencio penoso de la mirada de ella. Fija en una pared. Convencida de que no vale para nada. Ni vivir ni mirar. Está perdida.

Inspira el maltratador bajos instintos vecinales que no conducirían a nada. Grita contra ella sus frustraciones. Grita contra ella su propia repugnancia por sí mismo. Me reafirmo en la necesidad de un instituto para hombres en el que se puedan reconducir estas agresiones tan injustas. Tan frecuentes, tan silenciosas. En las puertas de las casas de España parece que haya una luz roja que insiste: "Silencio: se pega".

Consultor de comunicación

isidro@cuberos.com

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