Los cuatro tripulantes -uno fue rescatado y se recupera en el Hospital Torrecárdenas- pertenecen a la base de Salvamento Marítimo de Almería y cayeron al mar cuando regresaban de realizar unas prácticas rutinarias a cinco millas náuticas de la costa (9,2 kilómetros). Las causas del siniestro aún se investigan.
El dispositivo de búsqueda se centró en el sur de la bahía de Almería, en las proximidades de la zona del hundimiento del helicóptero donde fue rescatado el gruísta de la aeronave, Alberto Elvira Vallejo, vecino de Almería. También fue recuperado un casco que por el momento no se ha confirmado que pertenezca a ningún miembro de la tripulación, según explicó ayer a los periodistas el ministro de Fomento, José Blanco, que viajó al lugar del suceso.
El ministro presidió la reunión del operativo especial del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo. Blanco dijo que se había puesto en marcha la Comisión de Investigación de Accidentes prevista en el protocolo que fija la Ley de Seguridad Aérea, y prefirió no especular sobre las causas del siniestro hasta que estuviera listo el informe provisional. El ministro también pidió respeto para los familiares de los desaparecidos con el fin de evitar que aumente su preocupación y quiso asegurarles que se estaba haciendo todo lo posible para la localización de estos tres profesionales. Más de cien personas han perdido la vida durante los últimos 20 años en accidentes de helicópteros civiles en España, informa Efe.
Blanco agradeció al equipo de rescate la labor que estaba realizando desde que el 112 recibiera el jueves, sobre las 20.30 horas, una llamada de alerta de la Torre de Control del Aeropuerto de Almería. Los controladores de la torre divisaron unas bengalas a unas cinco millas en el mar y tras perder el control del helicóptero por radio y en pantalla.
El ministro se reunió con el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, para visitar al tripulante rescatado, aquejado de contusiones y una fuerte hipotermia, de la que se recupera favorablemente ya que fue trasladado a planta y hoy podría ser dado de alta. Los tripulantes que continúan desaparecidos son José Luis López Alcalá, comandante de la aeronave y natural de Granada; Kevin Holmes, copiloto, nacido en Nueva Zelanda y vecino de Granada; e Íñigo Vallejo García, rescatador, de Sevilla.
En la zona de búsqueda se desplegó la Guardarmar Calíope, provista de un sonar de barrido lateral, que permitía configurar desde la superficie el relieve del fondo marino para tratar de detectar la silueta de la aeronave. También se le sumó el cazaminas de la Armada Sella.
Hoy se espera además la llegada del barco de Salvamento Marítimo Clara Campoamor, dotado con un ROV (Remote Operated Vehicle), un vehículo submarino por control remoto, que permitirá la inspección e intervención submarina a profundidades de hasta 1.000 metros, donde los buceadores no pueden operar. El ROV será dirigido desde la superficie a través de un cable umbilical por el que recibe la energía eléctrica y las órdenes, a la vez que envía de vuelta la señal de sus cámaras y sensores.
Estos medios se suman a los desplegados ya en la zona desde las primeras horas del siniestro, que forman un avión del Ejército y siete helicópteros; dos de Salvamento Marítimo, uno de la Guardia Civil, dos de Vigilancia Aduanera y uno más de Medio Ambiente.
