Los esfuerzos desarrollados desde hace años para la cría en cautividad del lince ibérico "habrán servido de poco" si finalmente no se recuperan hábitats naturales donde reintroducirlo según declaró Javier Calzada, asesor científico del Pacto Ibérico que para la conservación de esta especie ha sido suscrito por el Gobierno Central y los de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, y que también se aplicará en el sur de Portugal.
El doctor en Biología por la Universidad de León y profesor de Zoología en la Universidad de Huelva, opina que "la recuperación del lince es inviable en una comunidad autónoma porque ninguna tiene terreno suficiente para mantener los ejemplares imprescindibles para garantizar su supervivencia".
No obstante, Calzada valoró el "compromiso" de las administraciones para preservar al felino más amenazado del planeta, que se concreta en que el lince deje de estar catalogado como especie en peligro de extinción en 2011, para pasar a especie en peligro, y que en 2020 se catalogue como especie vulnerable.
El Pacto Ibérico por el lince que la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha pedido que firmen también Madrid y Castilla-La Mancha, prevé una actuación integral para defender los apenas 200 ejemplares que sobreviven en Sierra Morena y Doñana, a los que se unen 15 ejemplares localizados en Castilla-La Mancha. Con él se pretende localizar y adecuar hábitats donde reintroducir al lince ibérico y la construcción de centros de cría en cautividad.
