Con la megafonía a toda pastilla para disimular la pitada. ¿Les suena de algo? Así salía anoche del renovado césped del Villamarín el conjunto verdiblanco tras un aciago partido que volvió a evidenciar las carencias de su juego en las últimas jornadas y su escaso acierto de cara al gol. El Betis cae al pozo de la clasificación y se complica mucho su futuro con esta inesperada derrota ante un rival ciertamente incómodo, que logró sumar ayer en Heliópolis su tercera victoria consectutiva en Primera División, un registro que el equipo franjiverde (ayer de azul y grana) no conseguía igualar desde 1963. Los tres goles del partido llegaron en el tramo final de la primera mitad, cuando se adelantaron los visitantes por medio de Manu del Moral, jugador cedido por el Sevilla, y Fidel antes de que el exilicitano Jorge Molina, en claro fuera de juego, acortase distancias para el Betis al borde del descanso. Los de Mel parecían reaccionar y en la reanudación se le ponían las cosas de cara con la expulsión por segunda amarilla de Cisma. Velasco Carballo interpretó de forma rigurosa una obstrucción a Juanfran. Tras la expulsión de Domingo Cisma, el conjunto ilicitano, haciendo gala de una gran discioplina táctica, montó una tupida tela de araña atrás al borde del área, ante la que el Betis basculó el balón de una banda a otra como si de un partido de balonmano se tratase. Era cuestión de tener paciencia. Las posesiones de balón de los de Mel se hicieron muy largas. El conjuntio verdiblanco sometió a un asedio posicional al equipo de Fran Escribá. Pero faltó ideas, claridad y velocidad para tratar de romper el candado de la portería ilicitana. A ello también contribuyó el oficio de los jugadores del Elche, que aprovecharon la más mínima interrupción para que las manecillas del reloj corriesen sin la pelota en juego. Cuando el Betis más acosaba la portería rival, el Elche pudo sentenciar en un mano a mano de Mantecón con Sara, que el guardameta bético sacó bien con el pie. Un auténtico revés para el equipo verdiblanco, que este jueves está obligado a ganar en su compromiso europeo ante el Vitoria de Guimaraes y que, por si fuera poco, el domingo próximo visita El Calderón. ¿Se le ha apagado la luz a este Betis?
