Como defensora de los llamados pueblos pequeños, la nueva vicepresidenta primera de la Diputacion ha suplido a Carmen Tovar para activar las políticas provinciales en el medio rural en un contexto marcado por la crisis.
-Tras la labor, ensalzada por to- dos los grupos políticos, de Carmen Tovar en la Diputación, ¿cómo cubrirá el hueco dejado tras su marcha a la Delegación del Gobierno de la Junta?
-Carmen [Tovar] es excepcional como profesional y político, pero también como persona. No es fácil asumir la Vicepresidencia tras su marcha y, por ello, sólo aspiro a hacerlo medianamente bien. Con que se deje la mitad de buen sabor de boca que ha dejado ella me doy por satisfecha.
-Ahora le tocará coordinar políticas en el medio rural, ¿cuáles va a ser las líneas maestras?
-La Diputación incidirá sobre todo en la mejora de las infraestructuras en los municipios sin capacidad para desarrollarse y permitir que tengan una posición de desarrollo económico, social e industrial que se asemeje a los municipios del área metropolitana. Con esa premisa, se levantan pueblos como el mío, el de Villanueva del Río y Minas, que es un municipio pequeño que busca crecer.
-¿Cree que se ha llegado a la segunda transformación municipal de la que tanto insiste el presidente de Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos?
-Al menos es evidente el progreso de los pequeños municipios. Antes era impensable que un pueblo tuviera centros de salud, mejores colegios, casas de la cultura. Esos servicios, esenciales para el ciudadano, los puso en marcha el Ayuntamiento gracias a los fondos de la Diputación. Y todo ello sin ser una competencia directa de la Diputación y que es una empresa harto difícil de ejecutar.
-En un tiempo en el que se habla mucho de la Gran Sevilla, ¿cómo se trabaja en la prosperidad de los pueblos pequeños?
-Lo que está claro es que hay que poner en valor los recursos endógenos, que serán el verdadero motor económico de los pueblos de menos de 20.000 habitantes. No tenemos que inventarnos ni tranvías ni metros ni transportes. Los municipios del medio rural no tenemos los problemas de movilidad que hay en la Gran Sevilla, y por eso nuestros proyectos se encaminan más en ensalzar los valores intrínsecos de cada pueblo.
-¿Qué proyectos van encaminados en esta línea?
-Están los fondos Feder, que se repartirán teniendo en cuenta los intereses de cada ayuntamiento. Se acaba de presentar el Plan Extraordinario de Impulso Municipal (Pleim), que será un aporte extra para encauzar proyectos de desarrollo sostenible, adaptación a las nuevas tecnologías o infraestructuras. Y, aunque el Pleim aporta ayudas a los núcleos con más población, los más beneficiados son los pueblos pequeños.
-Los últimos planes de la Diputación buscan salvar la economía local, ¿cómo está encarando la crisis el medio rural?
-La crisis afecta por igual a to- dos los ayuntamientos, que están en una situación complicada por asumir más competencias de la que les corresponde. Eso ha desencadenado un mal momento en cuanto a liquidez. Por eso, inversiones como el Plan de Apoyo Financiero, que se realizó en tiempo récord, dan tranquilidad a los alcaldes, que pueden decir que a final de mes pueden pagar las nóminas de la plantilla, lo que les permite normalizar la gestión de su ayuntamiento. Un alcalde no puede preocuparse todo el mes en cómo pagar a sus trabajadores porque se resiente todo lo demás. Por eso, sin las ayudas de la Diputación muchos ayuntamientos de la provincia habrían muerto.
-Pero, después de todo, esto es una solución coyuntural.
-Ahora hay que trabajar en acciones a medio y largo plazo para estabilizar la situación. Como alcaldesa, confío en que en 2009 las soluciones se irán viendo, porque se va a tomar en serio la situación de los ayuntamientos con el debate sobre la financiación local. La Diputación, por su parte, seguirá ideando medidas para mejorar la situación de los pueblos de la provincia. Y la verdad es que, ahora más que nunca, la Diputación de Sevilla es el ayuntamiento de todos los ayuntamientos.
