El alto número de secuestros en aguas del Cuerno de África a cargo de piratas somalíes obligó a la UE a poner en marcha la operación Atalanta, que desde primeros de año vela por la seguridad marítima en la zona.
Este año, a pesar de la vigilancia militar internacional se han producido ya 29 secuestros, 27 de ellos ocurrieron durante los primeros cinco meses del año. Desde junio sólo hubo dos debido al fuerte oleaje que sufrió la zona por culpa del monzón del suroeste, demasiado potente para las débiles embarcaciones que utilizan los piratas para delinquir.
Algunos expertos internaciones están siendo críticos con la legislación, ya que no existe un tribunal internacional y los Estados no tienen la obligación de detener y procesar a los piratas. De hecho en España la piratería marítima no está tipificada en el Código Penal, un hecho que quedó en evidencia cuando la Audiencia dejó en libertad a ocho piratas detenidos por la Armada. Los secuestradores estuvieron una semana en un limbo legal en el que el Gobierno, la Fiscalía y la Audiencia no pudieron ponerse de acuerdo. Finalmente, fueron entregados a Kenia.
