Miembros del grupo scout Inti Raymi. / J.M Paisano (Atese)
Después de 45 años en un local de la parroquia de San José Obrero, el grupo scout Inti Raymi continuará su actividad fuera del barrio porque el párroco les ha pedido que dejen libre el espacio argumentando que no forman parte de la parroquia, según confirmó ayer el propio sacerdote, Abilio León, de la Orden de los Mínimos.
Los monitores de la asociación, que es aconfesional a diferencia de otros grupos scouts, están dolidos porque creen injusto ese trato, después de haber propagado durante años valores similares a los de la Iglesia. Por eso la tarde de este jueves han convocado un paseo informativo por el barrio: Iremos cantando y llamando la atención, de forma pacífica y sin molestar, porque queremos que los vecinos sepan que después de tantos años nos vamos porque nos echan, y que sepan quién nos echa para que saquen sus conclusiones, explica Paco Mosulén, que ha sido monitor scout durante 12 años. El párroco quiso dejar claro ayer que no discute que el trabajo de los scouts haya sido encomiable: No tengo palabras para ensalzar la labor que están haciendo, que es fabulosa. Pero la parroquia ha crecido de tal manera en los últimos años que necesitamos locales para actividades. En ese escenario, la pertenencia o no de los scouts a la Iglesia se vuelve fundamental: Si fueran parte de la parroquia tendríamos el deber de buscarles una solución, pero es que no lo son, ni quieren serlo, que me parece muy respetable, insiste el sacerdote. No es cuestión de ideología ni de religión, es cuestión de pertenencia o no.
El párroco comunicó a los scouts el curso pasado que tendrían que irse. Para qué se usaría el local es objeto de polémica: los scouts afirman que se les dieron varias opciones para las que ellos ofrecieron alternativas, pero el párroco lo niega y dice que el uso aún no está definido, aunque probablemente se destine a Cáritas. En la conclusión sí están de acuerdo: el sacerdote propuso que formaran parte del consejo parroquial, pero los scouts lo rechazaron porque no son una entidad religiosa. Ambas partes coinciden en que entre los niños y monitores de Inti Raymi hay feligreses de la parroquia, niños que van a la catequesis y han hecho la comunión en San José Obrero y hermanos de la cofradía del templo, pero es a título personal.
Mosulén afirma que insistieron en que compartían principios como la educación en valores o la ayuda al más necesitado, pero fue en vano: Es una cuesión ideológica: si no somos Iglesia, no hay nada que hacer, asegura Mosulén, cuya convocatoria para esta tarde está recibiendo un enorme apoyo en las redes sociales.
El grupo scout Inti Raymi tiene en torno a un centenar de miembros que se reúnen cada semana para abordar desde una educación en valores básica cómo comportarse en casa, como hablar en público... hasta estudios sobre asuntos que interesen a los niños. También realizan actividades de compromiso social, como recogidas de alimentos para el pueblo saharaui, a las que suelen invitar a la parroquia y a la hermandad. Además, organizan dos campamentos anuales y salidas breves, cuyos gastos se pagan aparte, ya que las actividades cotidianas son gratuitas. No se cobran cuotas a los niños precisamente para no limitar su acceso al grupo.
Tras perder el local parroquial, su sede será un espacio cedido por el distrito San Pablo en el barrio colindante, pero a los monitores les preocupa que los chavales tengan que cruzar a otro barrio, porque las reuniones son diarias, en invierno salen de noche y los padres podrían poner pegas.
Mosulén agradece que el sacerdote les ayudase a conseguir este local después de no encontrar ninguno más cerca, pero insiste en la necesidad de explicar a los vecinos su marcha: A nosotros nos arrancan del barrio, pero al barrio le arrancan parte de su historia.La cita es a las 19 horas en la calle Iriarte su antigua sede, Francisco de Ariño, Pueblo Saharaui, Tharsis, Andrés Segovia, Rafael Laffón y José María Mena.
