No hubo gresca en directo, sí reproches. Por separado fueron sometidos al examen de Tengo una pregunta para usted, de TVE, de ahí que cada uno se prestara a su guión y las cámaras de televisión no fueron suficientes como para forzar una próspera reanudación del diálogo social. Los malos son siempre los otros, aquí aún no hay paz. Los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, y el presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán , fueron ayer los invitados al sondeo particular de la ciudadanía. Por deferencia, el empresario intervino entre sindicalista y sindicalista.Hasta cuatro preguntas -y sin alterarse en las respuestas, hombre paciente donde los haya- tuvo que soportar Toxo sobre la aportación económica que dispensa el Estado a los sindicatos vía cursos de formación o subvenciones directas. El líder de CCOO negó que su formación viviera de estas asignaciones, sino de las cuotas de los afiliados, "que son sagradas", y recordó que son los trabajadores y parados los que se benefician de esas políticas activas de empleo.Toxo, asimismo, recibió el reproche de la pasividad de los sindicatos ante la actuación del Gobierno frente a la actual crisis económica, y después la misma pregunta recayó sobre su compañero Cándido Méndez. ¿Qué les da el Ejecutivo? Nada, respondieron, pero sí la garantía de que esta difícil coyuntura no caerá sobre las espaldas de los trabajadores, y ahí está la protección social reforzada para quienes pierden su puesto. Y ambos dejaron claro que las huelgas generales no se convocan en función del color político, sino contra quienes quieren "recortar derechos laborales y sociales", tal y como ocurrió en épocas de José María Aznar.
En el plató de TVE abundaron los casos personales, dramáticos todos porque dramático es el desempleo, pero sorprendió la sinceridad del dirigente ugetista al revelar su sueldo -2.572 euros al mes, descontados ya el IRPF y las cotizaciones sociales, "un buen salario", admitió-, cómo no lo concretó Toxo -"no poseo un sueldo blindado, sino que cobro como un trabajador cualificado"- y el anuncio del patrón Gerardo Díaz Ferrán de que se había visto forzado a hipotecar su casa para inyectar dinero a una de sus empresas, la aerolínea Air Comet, con serios problemas de impagos. La lanzada por la topógrafo vallisoletana Cristina Lozano fue la pregunta más delicada de las dos horas de programa. ¿Puede ser un modelo para los empresarios españoles un empresario que dirige la CEOE y tarda en pagar a sus trabajadores? No respondió a los términos de la fórmula, pero sí se esmeró en detallar sus esfuerzos para que la compañía pudiera remontar el vuelo. Aunque para estoque el aplicado por Méndez. Sin mencionar a Díaz Ferrán, indicó que a uno le pueden embargar la vivienda, pero puede guardar dos Mercedes en el garaje.
Campechano él, chaqueta sin corbata, fue Méndez quien usó el lenguaje más coloquial, pero los nervios del directo le pasó factura al argumentar. No dudó al decir que el Gobierno socialista había hecho "chapuzas" anticrisis, pero que OK por la protección social, y le tembló la voz cuando Ángeles Montilla le echó en cara la actuación de un piquete sindical en una huelga de pescadores, puesto que llevaban palos de béisbol y bidones llenos de gasolina para cargar contra su hijo que no secundaba la protesta. Trató Méndez de sacudirse él y exculpar a CCOO hablando de "otras organizaciones" y cuando la señora le indicó que quienes buscaban camorra eran de su sindicato, sentenció que no estaba de acuerdo con lo que ocurrió.
El presidente de la CEOE, por su parte, también pecó de alguna que otra incoherencia. Así, señaló que "no veo adecuadas y me sorprenden como a usted" las indemnizaciones recibidas por los banqueros, y la pregunta iba a colación de la cobrada por José Ignacio Goirigolzarri, ex consejero delegado de BBVA. Pero, más adelante, cuando comentó las retribuciones de los directivos, precisó que las empresas responden ante sus accionistas, que éstos deciden en función del cargo de responsabilidad y que los directivos "no tienen ni horarios ni días, es un sacrificio", de ahí la justa compensación.
Díaz Ferrán insistió en que la patronal no reclama ni el despido libre ni el despido barato. Varias veces enfocó la cámara a los presentes en el plató, y no pocas fueron las cabezas que se movían negativamente, sobre todo las de quienes habían expuesto casos de despidos particulares.
Por lo demás, una decena de preguntas para los entrevistados incidía sobre lo mismo. Recetas para salir de la crisis. Después de anoche, la crisis sigue.
